
De acuerdo al reporte exclusivo del sociólogo y comunicador social residente en Lima, Perú, Ricardo Jiménez, en un vano intento por impedir o debilitar la movilización nacional de protesta del próximo 4 de enero, la presidenta de facto Dina Boluarte viajó al Cusco donde pretendió realizar un «diálogo» con la región, aunque en la cita no participó ninguna autoridad electa ni dirigentes sociales.
De hecho, liderazgos estudiantiles que trataron de acercarse a la reunión fueron fuertemente reprimidos y detenidos por la policía militar.
A diferencia del comportamiento de los medios masivos de comunicación limeños, cómplices del golpe de Estado y la dictadura parlamentaria, los periodistas del Cusco le preguntaron directamente a Boluarte sobre su responsabilidad en la matanza de pueblo peruano por parte de su régimen, y si considera proseguir con los crímenes en el paro del 4 de enero.
Por otra parte, puede percibirse la saña fascista de los congresistas golpistas, como el ex almirante Montoya y su desprecio por el Pueblo y la Democracia: