En Chile, “durante los peores momentos de la pandemia se vivieron episodios de discriminación racial en materia de atención de la salud pública. Asimismo, las comunidades afro-diaspóricas fueron duramente estigmatizadas y asociadas a la delincuencia y al crimen organizado. Lo paradójico de estos niveles de discriminación es que en Chile mismo, aunque algunos de sus sectores pretendan ‘blanquearse’, es un espacio donde conviven distintos pueblos nación”, y detalló que, “los últimos años las autoridades chilenas militarizaron aún más las fronteras y tenemos noticias de personas migrantes fallecidas mientras atravesaban el desierto. Todo ello en el marco de una legislación basada en la selectividad, arbitrariedad y restricción migratoria, y en la seguridad interior del Estado, tras lo cual advertimos un ánimo xenófobo, aporofóbico y racista.