Una guía para entender el engaño del siglo
Las viejas artes humanas de la conversación, el desacuerdo y la ironía, de las que dependen la democracia y muchas otras cosas, se ven sometidas a una maquinaria fulminante de vigilancia de grado militar, una vigilancia que nada puede resistir y que pretende hacernos temer por nuestra capacidad de razonar.