La encerrona neofascista en Brasil
Muchos en la izquierda describen esta evolución como una tendencia a la polarización. La fórmula es atractiva. Pero es peligrosamente engañosa, porque los dos polos de la lucha de clases no ocupan posiciones equivalentes. En el campo reaccionario, mandan los más radicales. En el campo de la izquierda, mandan los más moderados. La extrema derecha ha «devorado» la influencia de los partidos tradicionales de centroderecha (MDB, PSDB, União Brasil), pero el gobierno de Lula no es un gobierno de izquierdas, ya que ha aceptado un pacto con la facción liberal liderada por Tebet/Alckmin.








