Colombia. ELN: EEUU domina bajo un disfraz
La resistencia, a la vez que es confrontación, también es un acto de creación de unidad y de esperanza. Y en esa creación colectiva reside nuestra verdadera posibilidad de liberación.
La resistencia, a la vez que es confrontación, también es un acto de creación de unidad y de esperanza. Y en esa creación colectiva reside nuestra verdadera posibilidad de liberación.
Es entendible, entonces, la proliferación de «grupos y grupitos», o de «bandas y banditas», para que en cada territorio haya guardianes de las inversiones de las transnacionales. Muy buena doctrina: Creación de Disidencias y que ruede la «paz territorial».
Hemos dicho que el Estado y también este gobierno no tienen ni política ni estrategia de paz, pues siguen persistiendo en que la «paz es la desmovilización y el desarme del ELN», y no lo que hemos pactado en la Mesa de conversaciones, donde la Paz son transformaciones estructurales para el bien de los colombianos.
Contener este plan requiere de suficientes fuerzas, entre ellas las morales y de la convicción política afirmada en la soberanía, dinámica en la que se verá de qué lado se colocan los gobiernos latinoamericanos que deberán rechazar ser administrados modernamente como colonias.
«La Delegación de Diálogos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), realizó la presente Declaración de principios, ante los delegados del gobierno nacional, de los países garantes y acompañantes, del Enviado Especial del Secretario General de la ONU y de la Conferencia Episcopal de Colombia, para aportar al diagnóstico de los problemas y de las soluciones conjuntas que exigen el estado de congelamiento en que se encuentra la Mesa de conversaciones, con la voluntad de superarlo cuanto antes.»
Y para que la rebelión contra este sistema contrario a la vida sea eficaz, necesita ser masiva, organizada, unida y determinada, como lo fueron los tres meses del Estallido Social de 2021.
En nuestro país, es evidente que la pobreza y el hambre seguirán creciendo, mientras sigamos esclavos de pagar los intereses de la Deuda Externa.
Este informe ratifica a Colombia, bajo una lectura crítica, como un permanente enclave colonial de los intereses de Estados Unidos, golpeando de lleno la soberanía nacional.
La presentación en sociedad de esta operación política la están denominando Acuerdo Nacional para la alternancia en el Gobierno, que significa que unas fuerzas oligárquicas permiten que Petro culmine su mandato, pero el progresismo las apoya para retornar al Gobierno en 2026.
En el Presupuesto General de la Nación destinan el 87 por ciento a cubrir el Gasto Corriente, que paga la burocracia, los gastos de guerra y los intereses de la Deuda Externa, decisión que es compartida tanto por la oligarquía local, como por el Gobierno progresista.