La OTAN destruyó Libia en 2011, las aguas barren hoy los restos
La destrucción de Libia por la OTAN puso en marcha una cadena de acontecimientos: el colapso del Estado libio; la guerra civil, que continúa hasta hoy; la dispersión de los radicales islámicos por el norte de África y hacia la región del Sahel, cuya desestabilización durante una década ha dado lugar a una serie de golpes de Estado desde Burkina Faso hasta Níger.









