Sin remedio
El capitalismo no tiene un ápice de caprichoso o accidental, contrariamente a lo que creen los irrealistas cuando no se están drogando con caramelos de ética. Por Jesús Gómez Gutiérrez.
El capitalismo no tiene un ápice de caprichoso o accidental, contrariamente a lo que creen los irrealistas cuando no se están drogando con caramelos de ética. Por Jesús Gómez Gutiérrez.