
Seis meses después del inicio de la Operación Militar Especial (SMO, por sus siglas en inglés) de Rusia en Ucrania, las placas tectónicas geopolíticas del siglo XXI se han dislocado a una velocidad y profundidad asombrosas, con inmensas repercusiones históricas ya al alcance de la mano. Parafraseando a T.S. Eliot, así es como comienza el (nuevo) mundo, no con un gemido sino con una explosión.
El asesinato a sangre fría deDarya Dugina, el terrorismo a las puertas de Moscú, puede haber coincidido fatídicamente con el punto de intersección de seis meses, pero no hará nada para modificar la dinámica del cambio histórico actual, en curso.
El Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) pareció haber resuelto el caso en poco más de…
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