
El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, refiriéndose al ataque brutal que está recibiendo la población de Palestina, indicó que, «La narrativa occidental niega que la secta fascista que hegemoniza en Israel ha instaurado un Estado de Apartheid contra el pueblo palestino, para lo cual ejecuta un genocidio desde mediados del siglo anterior» y agregó que, «desde este negacionismo sólo se conduelen de las víctimas de un lado y hacen ver que la Operación Tormenta de Al Aqsa no es una lucha legítima de resistencia armada palestina, mientras ensalza el genocidio que perpetran los sionistas y lo muestra como un hecho de defensa».
El ELN planteó que el relato de los poderes occidentales calla en momentos en que el sionismo manipula «el Derecho Internacional que hace el Estado de Israel, cuando no cumple las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que le obligan a dar un trato no violento al conflicto con el pueblo palestino, a buscar una negociación de paz y a cumplir los distintos acuerdos a que se ha comprometido, violaciones que lo convierten en un Estado delincuente».
La insurgencia rojinegra criticó duramente el eurocentrismo y su sentido de superioridad frente a otras culturas, como la musulmana, fenómeno que pretende instalar en el sentido común que «movimientos de resistencia musulmana como Hezbolá y Hamás no son progresistas, con lo que les niegan su esencia anticolonialista y antiimperialista».
La formación guerrillera y camilista de Colombia emplazó a los medios de comunicación y los jefes políticos de Europa y Estados Unidos a «informar con veracidad todos los componentes de este conflicto iniciado con la creación de un Estado judío a costas del pueblo palestino, para que la verdad no siga siendo una víctima más de esta guerra y para que desde ella se persista en una salida política de este conflicto, que deje atrás las visiones racistas e imperialistas que han primado desde hace un siglo».









