Conferencia Internacional de Lenin

En el primer centenario de la muerte de Vladimir IU Lenin (1924-2024), en junio de 2024 se celebrará en Barcelona la Conferencia Internacional Lenin, titulada “100 años después de Lenin: autodeterminación, técnica y poder”. El objetivo de la conferencia es discutir los escritos de Lenin como autor contemporáneo, con el fin de presentar un balance crítico y actualizado de su figura y obra.

Las ponencias y simposios aceptados por el Comité Científico se dividirán en los siguientes apartados: a) Autodeterminación; b) Técnica; c) Poder. Los tres ejes en torno a los que se estructura el congreso pretenden abarcar un amplio abanico de temas relacionados con el pensamiento de Lenin, así como con los debates que de él se derivan, tanto en el marco de los Estudios Marxistas como en relación con la historia de la política contemporánea. 

a) Autodeterminación

La explicación de Lenin sobre el derecho a la autodeterminación es una de sus mayores contribuciones al pensamiento político del siglo XX. En numerosos escritos, entre los que destaca «El derecho de las naciones a la autodeterminación» (1914), Lenin sentó las bases políticas para la emancipación de las colonias de los viejos imperios europeos, pero también elaboró ​​una propuesta que se extendía a todas las naciones del mundo, incluidos los de Europa. La posición leninista aborda la llamada ‘Cuestión Nacional’ desde la perspectiva de la dinámica de clases y el papel táctico y estratégico que debe desempeñar el movimiento obrero en relación con los movimientos de liberación nacional. Además, las consecuencias políticas del derecho a la autodeterminación formulado por Lenin han tenido un impacto mucho más allá de su propio contexto, hasta el punto de que puede considerarse una cuestión estrictamente actual, lo que demuestra su relevancia en el debate filosófico y político contemporáneo. Lenin también es conocido por su contribución al análisis de la expansión global del capitalismo, en el fenómeno del imperialismo, tal como se expone en su obra «El imperialismo, etapa superior del capitalismo» (1917). Sin duda, el análisis leninista del capitalismo consiste en una actualización de las tendencias de acumulación de capital monopolista y del papel de los mercados financieros que Marx ya había vislumbrado, constituyendo así una de sus principales contribuciones al pensamiento marxista. Su relación con el derecho a la autodeterminación se enmarca en cuestiones actuales como los límites de la soberanía de los Estados-nación, las relaciones entre el centro y la periferia global, así como el papel de las corporaciones transnacionales y el capital financiero frente a los organismos internacionales y Estados, su efecto en el modelo democrático liberal o su impacto en las poblaciones trabajadoras de todo el mundo.

b) Técnica

El objetivo de la acción política implica, en términos leninistas, medios de naturaleza inevitablemente técnica. En este sentido, la pregunta combativa y deliberadamente impersonal “¿Qué hacer?” (1902) es sintomática. Lenin aborda cómo dirigir a las masas proletarias, construir el partido comunista, gestionar las fuerzas de oposición o articular una vanguardia política como problemas técnicos, es decir, cuestiones aplicadas y casi inmanentes, cuyas resoluciones deben ir acompañadas de una perspectiva técnica. Marx vio la técnica como un factor clave del ser humano como especie histórica. Como observador y crítico de la Revolución Industrial y sus efectos generalizados en la sociedad, incluso propuso una historia natural de la tecnología para complementar la teoría darwiniana de la evolución adaptada a nuestra especie. La lectura de Lenin no se limita a un análisis teórico centrado en demostrar que la tecnología hace en gran medida al hombre, asumiendo que nuestra esencia radica en la capacidad de transformar la naturaleza, que nos incluye a nosotros y a nuestro entorno, sino que la pone en práctica para acelerar la consecución del socialismo. Sus propuestas sobre la industrialización o división administrativa de la Unión Soviética están profundamente relacionadas con esta lectura. En la época de la Revolución Rusa, el fordismo y el taylorismo se extendieron por todas las potencias capitalistas. Este fenómeno en términos del modo de producción, que aceleró los procesos de proletarización y urbanización de la fuerza laboral capitalista, marca un punto de inflexión en la historia contemporánea y servirá de inspiración para la industrialización en la Unión Soviética. Todo ello conllevaba ideas claves para el proyecto encabezado por Lenin, como el fomento de la producción en masa para asegurar la redistribución de bienes y servicios y la necesidad de introducir innovaciones técnicas como herramienta fundamental para alcanzar el socialismo. A este respecto, es bien conocida su idea de que la revolución fue el resultado de la “electrificación más los soviets”. Asimismo, no podemos disociar la concepción leninista del arte y la propaganda de la técnica. La Revolución de Octubre los entendió como dos herramientas intrínsecamente entrelazadas y políticamente necesarias. En este sentido, Lenin y la temprana Unión Soviética tenían tanto una estética y filosofía del arte como planes y programas encaminados a repensar y promover tanto los formatos clásicos de las obras artísticas (pintura, música, etc.) como los entonces innovadores, como el cine y la fotografía, en tanto medios claves en la construcción del socialismo.

c) Poder

La cuestión del poder ocupa una posición central y transversal en toda la obra de Lenin y, por tanto, es inseparable de ella. Situado en el centro de su pensamiento político, tanto en relación con su contexto revolucionario como en términos de su contribución teórica al marxismo, Lenin analiza el poder instaurado en su época, la organización de un poder que pueda apoderarse de él, así como el ejercicio del poder una vez derrotada la revolución. Entre sus aportes más importantes estuvo la sistematización de la teoría marxista del Estado, basada en los aportes de Marx y Engels, reflejada en su obra “El Estado y la Revolución” (1917). En esta obra fundamental de su pensamiento, que inspirará gran parte del debate que mantendrá el marxismo contemporáneo sobre la cuestión, Lenin definirá el Estado como una maquinaria, dictadura u organización burocrática y militar o fuerza especial de represión de una clase sobre otra, proponiendo su toma por parte de la clase oprimida y, en última instancia, su extinción para la superación del conflicto de clases. Es aquí donde Lenin desarrollará el concepto de dictadura del proletariado, opuesta a la dictadura de la burguesía, en la transformación del orden político al servicio de la nueva clase revolucionaria. Lenin también sentará las bases económicas de la extinción del Estado, según las cuales el aparato estatal no es inmediatamente abolido por la revolución socialista, sino que está a su servicio, hasta su consumación en una etapa superior, cuando la maquinaria represiva deja de tener razón alguna para existir, con lo que el Estado queda definitivamente extinguido. Las contribuciones de Lenin, entonces, no sólo tendrán implicaciones para la teoría y la práctica marxistas del poder político, sino que también tendrán un impacto en un marco más amplio de discusión sobre temas tan actuales como las concepciones de soberanía y su articulación en el mundo contemporáneo.

Societat Catalana de Filosofía

Contacto: info@leninconference.cat

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