por Andrés Figueroa Cornejo

El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, indicó que un Informe del Banco Mundial de diciembre pasado planteó que «los niveles de deuda sin precedentes y las altas tasas de interés han llevado a que muchos países hoy se encaminen hacia un escenario de crisis en el futuro. Se enfrentan a la difícil decisión de elegir entre pagar la deuda pública o invertir en salud pública, educación e infraestructura», a lo cual la insurgencia revolucionaria comentó que «Con desfachatez anuncian que habrá más privación de derechos a la mayoría de la sociedad, porque es prioritario pagar la Deuda Externa a los usureros del Fondo Monetario Internacional (FMI) hegemonizado por la plutocracia estadounidense».

Asimismo, el ELN expresó que los gobiernos de «países como Colombia, dominados por el capitalismo periférico» están imposibilitados de lograr una cohesión social mínima para pagar la deuda social con las grandes mayorías de sus naciones, y resuelven adoptar las condiciones antipopulares del Fondo Monetario Internacional, de manera que «el gasto corriente (burocracia, guerra, pago de DE) lo destinan a mantener la maquinaria represiva del régimen y a engordar la burocracia estatal, que usan como moneda de cambio para captar el apoyo de los partidos» y que así termina por multiplicarse el desempleo, y el trabajo informal y precario «porque la globalización capitalista impone la quiebra de la producción nacional y coloca al país a depender de las importaciones».

La organización insurgente manifestó que «La liberación social del capitalismo, el colonialismo y el imperialismo la logran los pueblos mediante la lucha organizada, determinada y constante», y que sólo de acuerdo a ese procedimiento es posible derrotar «el empobrecimiento y la exclusión que niega la participación plena del pueblo en todos los aspectos de la vida social y los hunde en un inframundo de negación de sus derechos inalienables». Al respecto, el ELN recordó que «El actual gobierno de Colombia tiene el mandato que le otorgó el Estallido Social de gestionar los cambios básicos urgentes, que sean el punto de partida de las transformaciones estructurales que exige el pueblo».

La agrupación revolucionaria precisó que para salir de las condiciones infrahumanas que resultan de la globalización capitalista se «requiere unir fuerzas en América Latina y el Caribe para con una sola voz luchar por la cancelación de la Deuda Externa, por hacer de esta una Zona de Paz, por desarrollar una política antidrogas no basada en la represión y buscar una integración económica al servicio de los pueblos y amable con la Madre Tierra».