por Andrés Figueroa Cornejo

El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, junto a las mayorías sociales, rechazó «la espuria acción del Fiscal Barbosa, convertido en campeón del matoneo ejercido desde una de las facciones dominantes del país en contra del resto de los grupos sociales hegemónicos, clanes y fuerzas políticas», y añadió que desde que fue creada la Fiscalía General en 1991,  «ha sido objeto de rapiña y compraventa, para una vez logrado este preciado botín, actuar para garantizar la impunidad de los imputados de su facción elitista, mientras persigue al resto de la sociedad; mutación que es exactamente lo contrario para lo que fue creada, que es para proteger a las víctimas y los testigos». Sin embargo, el ELN afirmó que el Ministerio Público sólo se ha dedicado crear montajes y armar pruebas a los imputados, convirtiéndose en un instrumento más para beneficio de una minoría privilegiada.

Asimismo, la fuerza revolucionaria aseveró que igual cosa ocurre con la conducta de la Procuraduría, actualmente «en manos del Clan Char, lo que explica el escándalo de los primeros días de enero, cuando al expresidente del Congreso de la República, uno de los Char, imputado de varios delitos» fue puesto en libertad por la propia Procuradora Margarita Cabello, ofreciendo muestras de impunidad para los sectores más favorecidos de Colombia, toda vez que «la Procuraduría, al igual que la Fiscalía, está hecha para representar a la sociedad, ejerciendo control sobre los funcionarios públicos».

El ELN indicó que no ocurre algo distinto con la Contraloría de la República, la cual, si bien nació para «luchar contra la corrupción sistémica que devora los recursos y bienes públicos, y la Defensoría del Pueblo que debe enfrentar el genocidio continuado de los sectores populares, a manos de los diversos brazos armados de las clases dominantes», son entidades que atentan contra los derechos de las grandes mayorías de la población.

La insurgencia rojinegra situó como ‘titiritero mayor’ a «distintos entes de Estados Unidos: el Departamento de Justicia detrás de la Fiscalía General, el Pentágono detrás de las Fuerzas Militares, el FBI detrás de la Policía Nacional, el Departamento de Estado detrás del resto».