Colombia. ELN: «capitalismo y patriarcado van de la mano. Por ello hay que destruir ambos para crear una sociedad distinta»

por Andrés Figueroa Cornejo

A poco de conmemorar un nuevo Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el Comando Central del Ejército de Liberación Nacional, ELN, recordó que «En la historia de Colombia, de Nuestra América y del mundo encontramos luchas ejemplares de mujeres que han plantado cara a la dominación capitalista desde la cotidianidad de sus territorios, dejando huellas profundas que se constituyeron en guía y camino, hacia la construcción de una sociedad distinta».

La organización revolucionaria acentuó que más allá de la historia de las mujeres batalladoras, tiene sentido hoy «analizar y proyectar el contenido y valor que damos a las realidades y desafíos que en materia de lucha antipatriarcal estamos configurando. (Se trata de) un pilar que se construye y fortalece en nuestros escenarios, para darle sentido y derrotar la relación entre capitalismo y patriarcado, superación ineludible para cualquier proyecto político que busque una transformación profunda de la sociedad en la que vivimos».

La formación camilista planteó que «Las mujeres han tenido la necesidad de formular soluciones e impulsar sus luchas con vehemencia, dada la violencia y subyugación que se les ha pretendido imponer», y añadió que, «esas rupturas pasaron de ser vistas como episodios domésticos, y a entenderse como expresiones de esclavitud del modelo económico. Desde la dignidad de su lucha las mujeres han logrado construir nuevas lógicas, para dinamizar el mundo como parte fundamental en la construcción de nuevas realidades y de futuro».

El ELN precisó que en la actualidad aún resulta difícil para gran parte de la sociedad reconocer el valor de la necesidad de los combates de las mujeres y que «el camino todavía es bastante largo, pero lo hasta aquí avanzado da cuenta de la ruta a seguir», y agregó que «nuestros procesos deben empezar a trabajar con más ahínco el despojo de los rezagos y rastros de patriarcado que aún cargamos en nuestro interior. El reconocimiento no es la mera conmemoración», sino que es preciso alcanzar nuevos estadios de conciencia social y política sobre las relaciones sociales que expresan que «capitalismo y patriarcado van de la mano. Por ello hay que destruirlos ambos. Eso implica el desarrollo de nuevas masculinidades y nuevas maneras de relacionarnos entre mujeres y hombres».

La agrupación rojinegra propuso que el desenvolvimiento de un feminismo popular insurgente debe situarse «como otra punta de lanza, otro frente de batalla en la guerra contra el modelo del despojo que nos mercantiliza, bestializa y subyuga a todas y todos. Muchas mujeres a lo largo de la historia y los territorios ya han iniciado, arrancando reivindicaciones y configurando nuevos escenarios, esta confrontación y lucha», y sumó que «seguramente será más fuerte si la afrontamos mancomunadamente. La historia en la que han intentado borrar a las guerreras de la vida, deberá cobrar más fuerza y volverse un gran proyecto emancipatorio del devenir colectivo».

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