El Liceo José Victorino Lastarria con una data histórica de 111 años, pareciera no haber evolucionado con respecto al concepto y prácticas en el área de la educación , y bajo el amparo del Estado y los gobiernos de turno, han castigado a estudiantes con «juicios» y expulsiones considerando estas acciones como victoriosas en conceptos de «limpiezas» del establecimiento.

Un ejemplo claro de este análisis es el de un estudiante de 8vo año. Ingresado a fines de año al establecimiento.

4 de Nov 2024.    M, venia del liceo Manuel Barros Borgoño, y aún ,cuando tenia un excelente rendimiento, asistencia y relaciones sociales, junto a su madre, tomaron la decisión de aceptar el cupo que se les ofreció en el Lastarria,  considerando el » prestigio» que este liceo dice tener. 

Todo iba bien hasta el dia 26 de Noviembre, fecha en que los estudiantes decidieron realizar una movilización dentro de varias realizadas durante el año. Esta vez en la jornada de la tarde M decide participar, nunca lo negó, pues claramente la participación en si, en movilizaciones estudiantiles no conllevan intrínsecamente un delito. Aun cuando al parecer para lxs profesores las estudiantiles si, las de profesores no.

Es ahi donde comienza el rol represor de lxs integrantes de la educación. De profesor a vigilante, abogadxs y jueces. 

M es encontrado al interior de una sala,  sin uniforme, con ropa de color y ahi comienza la pesadilla.

Es llevado a inspectoría y acusado de estar encapuchado, de grabar al inspector general, amenazas e insultos. Desde el establecimiento llaman a su madre y se da inicio a «protocolo» de expulsión y cancelación de matricula a través del RICE y Aula Segura.

Este protocolo consiste en alejar al estudiante del liceo mientras se investigan los hechos con relatos de «estudiantes» no identificado, (daremos el credito por ser menores de edad) y profesores e inspectores como testigos  no identificado también (Testigos sin  rostros). Se inventan hechos como la utilizacion y difusión de imágenes del inspector general.  

La apelación es rechaza  y M  es expulsado  y cancelada su matrícula.

El «espíritu » de esos reglamentos dicen que deben ser educativos, guiar a lxs niñxs por medio de psicólogxs y acompañamiento de profesionales cosa que obviamente omite el profesorado.

Aún cuando esta situación de castigo ejemplificador aplicado a un niño de 13 años ya es gravísimo , lo que ocurre luego es aún más, siendo además , malversación de instrumento público.

A M  le fueron borradas las notas del anterior establecimiento (periodo 2do semestre) en consideracion que el historial académico de un estudiante debe ser respetado y protegido.

Se le inventaron notas de días que no estuvo presente por estar en proceso de «investigación»  notas que corresponden a  rojos (2.0 y 1.0) , esto descubierto por su madre al ingresar a página NAPSIS , pues tampoco el liceo ha entregado la documentación para poder ser matriculado en otro establecimiento quedando hasta el dia de hoy sin matricula.

Frente a esta gravisima situación, que no es un hecho aislado sino una práctica recurrente en los establecimientos públicos, la madre de M  presentó apelaciones al Director. Al Consejo de profesores y,  se interpuso un recurso de protección.

Asi como M ha vivido la incapacidad mental de adultos que dicen ser agentes educativos, hasta fecha ya no son una decena o una centena ya son miles lxs estudiantes  que han sido expulsadxs quedando muchxs sin estudios de manera permanente o en repitencia. 

Será importante entender entonces  que busca el Estado con este sistema impositor educativo. Y saber también si lxs profesores se sienten parte de este pueblo o definitivamente se han puesto al servicio del poder, desconociendo sus raices y otogando más poder al poder.

Educación para liberar no para castigar y esclavizar

Fuente Voz en Fuga: https://web.facebook.com/profile.php?id=100041637922601