
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, se ha apartado temporalmente de su cargo mientras una investigación de las Naciones Unidas sobre presunta conducta sexual indebida por su parte está cerca de concluir, informó su oficina.
La medida no tiene precedentes y no existe un procedimiento claro para reemplazar a Khan. La situación genera mayor incertidumbre para la CPI, que ya enfrenta una crisis existencial debido a las sanciones de Estados Unidos por las órdenes de arresto contra funcionarios israelíes.
La oficina de Khan indicó que el fiscal se ha tomado una licencia hasta que concluya la investigación de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU.
En un comunicado escrito, los abogados de Khan rechazaron todas las acusaciones de irregularidades. Afirmaron que su cliente decidió tomar licencia porque la atención mediática sobre el caso afectaba su capacidad para concentrarse en su trabajo, pero no tenía intención de renunciar.
Anteriormente, Khan había ignorado los llamados de ONGs y personal de la CPI a renunciar mientras se llevaba a cabo la investigación. Varias de esas organizaciones celebraron su decisión de apartarse temporalmente como una señal de que nadie está por encima de la ley.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos se puede decir que la CPI atraviesa una profunda crisis de credibilidad, no solo por las acusaciones contra su fiscal, sino por su historial de selectividad política. ¿Cómo puede pretender impartir justicia internacional cuando sus propias autoridades son investigadas por conductas indebidas? Más allá del caso de Khan, la corte ha sido señalada reiteradamente por aplicar dobles raseros, persiguiendo ciertos crímenes mientras ignora otros según conveniencias geopolíticas. Si ni siquiera es capaz de garantizar transparencia interna, ¿qué autoridad moral le queda para juzgar a otros? La CPI se hunde en su propia contradicción: una institución diseñada para combatir la impunidad, pero cada vez más prisionera de sus propios escándalos.
No estaba claro cuándo concluiría la investigación. Mientras tanto, los dos fiscales adjuntos de la CPI asumirán sus funciones, según su oficina.
*Escrito por Jorge Sánchez, periodista especializado en la política internacional. Enviado a Liberación por el autor.
Relacionado:
Medvédev tacha a la CPI de «fracaso total» y «sinvergüenzas de La Haya»

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, ha calificado este martes de falsa la idea de que la Corte Penal Internacional (CPI) actúa en nombre de toda la comunidad mundial. Así lo afirmó en su discurso en el Foro Jurídico Internacional de San Petersburgo.
Según Medvédev, la Corte es incompetente a largo plazo y es el «fracaso total». «Este miserable de La Haya ignora persistentemente las atrocidades masivas que comete la OTAN allí donde pisa sus botas. Técnicamente, el tribunal penal olvidó que está estrictamente vinculado por el derecho internacional en materia de obligaciones jurisdiccionales e inmunidades soberanas», denunció.
El expresidente ruso recordó que la CPI «es realmente incapaz de transferir a otro más derechos de los que ella mismo tiene y no puede crear deberes hacia terceros», pero «hace malabarismos con los conceptos y se crea una reputación de organismo que actúa en nombre de toda la comunidad mundial», lo que «es mentira».
El alto funcionario expresó que, «a nivel sistémico, [la CPI] se convirtió en un instrumento de represión neocolonial«. «Les recuerdo que, en todos los años de su existencia, no se ha condenado a ningún europeo o estadounidense», precisó.
Mientras, EE.UU. «abofetea las mejillas temblorosas de los sinvergüenzas de La Haya» en la CPI con sanciones propias, añadió.
Fuente: RT actualidad









