![]() Por Arthur González Mientras el mundo avanza a nuevas alianzas y gobernanzas, como las expuestas por el grupo de los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái, constituida desde 2001 e integrada por China, Rusia, India, Pakistán, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y Bielorrusia, con otros 16 países como observadores o socios de diálogo, destinados a promover un orden mundial multipolar, el actual secretario de Estado, Marco Rubio, carente de la suficiente experiencia internacional, insiste en ejecutar viejas políticas empleadas por Estados Unidos desde hace más de 100 años, en un mundo que no se parece en nada al del anterior siglo XX.Un ejemplo evidente es la línea que establece contra Cuba, Venezuela, Nicaragua y México, lo que fomenta el rechazo de los pueblos y coloca a Estados Unidos en una posición desventajosa en relación a la política de China y Rusia en la región.Marco Rubio ha logrado arrastrar al presidente Donald Trump a esa vieja y fracasada política, haciéndole creer que los cubanos y venezolanos del Estado de Florida, son los que deciden en las elecciones presidenciales y no deben ser “disgustados” con posiciones más afables hacia los gobiernos de sus países de origen, de ahí las descabelladas acciones que Trump aprueba, sin obtener los resultados que Rubio aspira, entre ellos el estrangulamiento económico para que sean los ciudadanos quienes destituya a sus gobernantes y soliciten el apoyo de la OEA y de Estados Unidos para solucionar los problemas internos, provocados precisamente por las sanciones aplicadas por Estados Unidos.En el año 1999, el Council on Foreign Relations, CFR, de Estados Unidos, publicó un conjunto de propuestas de cómo debían conducirse las relaciones con Cuba, las que aplicó el presidente Barack Obama y conllevaron a un vuelco en la política imperante desde 1959, que culminó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, interrumpidas desde el 3 de enero de 1960.Ese viraje no implicó un cese de las aspiraciones de lograr un cambio de sistema político en la Isla, pero las acciones fueron más sutiles, edulcoradas y en apariencia menos confrontacionales, para poder alcanzar la ambicionada Transición en Cuba desde lo profundo de la sociedad.Muestra irrebatible del empantanamiento político del actual secretario de Estado, fue el evento organizado en Miami el pasado 2 de septiembre 2025, para entregarle a Berta Soler, auto titulada presidenta del grupo contrarrevolucionario Damas de Blanco, el Premio Solidaridad Lech Walesa de este año, compuesto por una estatuilla y un cheque por 275,000 dólares, por la supuesta “lucha por la democracia y los derechos humanos en Cuba”. El show mediático se efectuó en el Hotel Biltmore de Coral Gables, Miami, y además de Marco Rubio, estuvieron presente lo más rancio de la contrarrevolución mafiosa en Miami. Se desconoce quién pagó la factura de esa actividad en el lujoso hotel.Para no dejar dudas de la vinculación del actual secretario de Estado con la mafia terrorista anticubana, el premio lo recogió en nombre de Berta Soler, Irma Santos de Mas Canosa, viuda del mafioso terrorista Jorge Mas Canosa, presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, destacado agente de la CIA y directamente relacionado con reconocidas acciones terroristas dentro de Cuba.Berta es una pieza financiada y utilizada por el gobierno yanqui a través de la FNCA, para intentar subvertir el orden interno en la Isla. Periódicamente recibe dinero para pagar sus provocaciones, apropiándose de una buena parte, situación denunciada por las mismas participantes de ese grupo, evidenciado con la compra de una vivienda de tres niveles en una zona residencial de La Habana.Moisés Rodríguez, infiltrado por la Seguridad del Estado de Cuba en los grupos contrarrevolucionarios, en 2011 declaró en la TV cubana que “el principal sostén económico de las Damas de Blanco se encuentra en Estados Unidos”, donde participa el terrorista Santiago Álvarez.Carlos Serpa, otro de los agentes cubanos infiltrado como vocero oficial de Damas de Blanco, aseguró: “en realidad sus integrantes solo buscaban un aval político para poder emigrar a los Estados Unidos”. Por esa razón, funcionarios de la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, las presionaban para que no abandonaran la Isla de forma masiva y tratar de mantener una oposición interna.Los yanquis insisten en fabricar una oposición interna en la Isla, a pesar de que en sus informes relevados por el sitio WikiLeaks, afirman: […] “Vemos poca evidencia de que las organizaciones disidentes principales tengan mucho impacto en los cubanos de a pie. Las encuestas informales que hemos hecho entre solicitantes de visas y refugiados, muestran que las personalidades disidentes o sus agendas son prácticamente desconocidas”.No obstante, desde el ascenso de Marco Rubio al cargo de secretario de Estado, retomó la añeja y fracasada política de aupar a los vestigios de la vieja contrarrevolución, fabricada y financiada con el dinero que anualmente otorga Estados Unidos para su actividad subversiva contra Cuba, y por eso dicho premio fue entregado personalmente por el ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski.En su momento de más visibilidad, las Damas de Blanco recibieron el Premio Sajarov para la Libertad de Conciencia en 2005 y en ese mismo año le entregaron el Premio Libertad Pedro Luis Boitel. En el 2008, el Premio Human Rights First, todos acompañados de una alta suma de dinero.Berta Soler a pesar de sus provocaciones, nunca ha sido sancionada ni encarcelada. Fue recibida por Joe Biden cuando era vicepresidente y por el presidente Obama. Siempre ha tejido diferentes argumentos para dar la imagen de una personas hostigada y perseguida, pero sus visitas a la misión diplomática yanqui, a la residencia del jefe de la misma y a otras embajadas europeas, son permanentes sin impedimento alguno.Su ausencia al acto la justificó, “porque el régimen cubano, la tiranía comunista de Cuba, me impone una salida sin retorno”, yo no lo acepto, yo me quedo en Cuba”, argumento que causa risas pues son públicos sus frecuentes viajes a Estados Unidos, España, Polonia, Alemania, Panamá, Bélgica, Puerto Rico, Italia y al Vaticano, República Checa, Noruega y otros países, sin ningún impedimento.Berta no se marcha de Cuba porque sabe que de hacerlo cambiaría su bienestar de inmediato, al tener que trabajar, ella y su esposo, no tendría una casa propia como en La Habana, por la que tampoco paga impuestos. Dejaría de tener los servicios de salud gratuitos y se acabaría la mesada en dólares que recibe desde Miami.Llama la atención que Marco Rubio en el show de la premiación, resaltó el valor de Berta y afirmó: “Es una fuente de admiración increíble”.¿Fuente de información? ¿Será agente de un gobierno extranjero sin declararlo a las autoridades cubanas? Eso en Estados Unidos es un delito sancionado duramente y él lo sabe por sus estudios de derecho. Rubio también mintió al asegurar que “ella ha sido privada de sus derechos básicos”, situación falsa porque puede votar en las elecciones, moverse libremente en el país, viajar el exterior, visitar embajadas extranjeras y asistir a la iglesia que desee, aunque esas asistencias no son para cumplir con Dios, sino para sus actos contra la Revolución.No se equivocó José Martí al señalar: “Nunca fueron juntos apóstoles y mercaderes”. |










