Brasil. Moraes decide que Bolsonaro permanecerá preso en la sede de la Policía Federal
El expresidente fue condenado a más de 27 años de prisión por el intento de golpe de Estado.
El expresidente fue condenado a más de 27 años de prisión por el intento de golpe de Estado.
El sectarismo es otra conducta política que eligió como prioridad la defensa de los intereses de grupo. El sectarismo político debe entenderse como aparatismo, un conjunto de procedimientos de autoafirmación. Las tendencias sectarias tienen muchas dificultades para llevar a cabo el frente único, incluso cuando los acuerdos son posibles para campañas conjuntas, porque identifican a los aliados potenciales, especialmente a los más cercanos, como enemigos. La autoconstrucción y, peor aún, la autoproclamación es el síntoma más recurrente del sectarismo.
El país está fracturado y las redes sociales son escenario de una «guerra cultural» despiadada e ininterrumpida. Una estrategia que se base únicamente en el «buen gobierno» subestima la «sobrepolitización» de la extrema derecha. El gobierno no debe refugiarse en la «hibernación», o, peor aún, en un «modo vegetal» de fotosíntesis nocturna a la espera de las elecciones de 2026.
Muchos en la izquierda describen esta evolución como una tendencia a la polarización. La fórmula es atractiva. Pero es peligrosamente engañosa, porque los dos polos de la lucha de clases no ocupan posiciones equivalentes. En el campo reaccionario, mandan los más radicales. En el campo de la izquierda, mandan los más moderados. La extrema derecha ha «devorado» la influencia de los partidos tradicionales de centroderecha (MDB, PSDB, União Brasil), pero el gobierno de Lula no es un gobierno de izquierdas, ya que ha aceptado un pacto con la facción liberal liderada por Tebet/Alckmin.
por Valerio Arcary1. La realidad muy complicada que nos rodea obliga a reconocer, comprender, admitir y asimilar que Brasil ha cambiado y para peor, mucho peor, en los últimos diez años, desde 2014/15. Lo que no es fácil para la generación más veterana de la izquierda, porque la decepción es muy grande. Hay muchos cambios…
por Valerio Arcary El lulismo, o la lealtad política a la experiencia de los gobiernos dirigidos por el PT, ha permitido ganar apoyos entre los más pobres. Pero la izquierda brasileña ha perdido la hegemonía sobre su base social. ¿Puede Bolsonaro volver al poder en 2026? Sí, podría. Debemos considerar la existencia de poderosos factores…
Editorial de Esquerda Online El regreso de la extrema derecha a las calles y la caída de la popularidad del gobierno de Lula son un llamado de atención. Es necesario reorientar nuestra línea política La coyuntura en el país presenta grandes desafíos. A pesar del cerco creciente del STF (Supremo Tribunal Federal) alrededor de…
por Solange Engelmann Llegamos a otro Abril de Luchas, mes en el que el MST realiza la Jornada Nacional de Luchas en Defensa de la Reforma Agraria, este año con el lema: “¡Ocupa, para que Brasil se alimente!”, durante todo el mes, con acciones a través del país. En esta Jornada, cada año,…
por Sergio Rodríguez Gelfenstein Lula y Petro critican a Venezuela, apoyan las posiciones de EEUU y defienden a la indefendible Corina Machado. Pepe Mujica llegó a decir que Maduro es un dictador…No escribo con alegría este artículo, más bien lo hago con dolor, pero cuando no se guardan las formas, se deben decir las cosas…
por Daniel Lemos Sintetiza el proyecto capitalista de alienar al ser humano de la naturaleza, bajo el discurso de “civilización”. Concentra ingresos, crea pocos empleos y degrada el campo. No lleva comida a la mesa. Y concentra los subsidios estatales. Algunos ganan; casi todos pierden… A diferencia de otras especies terrestres, la especie humana realiza…