La invasión israelí persiste en su hostigamiento, criminalización, detenciones y persecución  sobre la población palestina de la ciudad de Jerusalén ocupada, en particular, contra menores de edad y mujeres.

Se ha tornado una costumbre represiva propia de un sistema de apartheid y castigo racial, que las fuerzas sionistas convoquen a sus reclusorios y tribunales militares a los habitantes palestinos con el fin de someterlos a largos y violentos interrogatorios, en especial cuando se trata de mujeres y niños, como en el reciente caso del jovencito de 14 años de edad, Al-Azzeh, quien hace poco fue secuestrado y referido al centro militar israelí de Gush Etzion, donde sufrió la tortura de sus interrogadores. Al-Azzeh tuvo la fortuna de salir en libertad gracias a las protestas de sus amistades y familia luego de 11 días de reclusión. Otros son convertidos en prisioneros sin imputaciones ni razón.

Este miércoles 27 de abril, las entidades de ocupación sionista enviaron una citación al niño Ahmad Zahida de 12 años de edad con el fin de interrogarlo. Iguales citaciones recibieron una madre palestina y sus tres hijos, todos habitantes de Jerusalén.