La corrupción ha sido una regularidad de los gobiernos neoliberales en el continente y no de los gobiernos progresistas
Autor: Raúl Antonio Capote | internacionales@granma.cu

La llegada al poder de gobiernos progresistas en América Latina durante la primera década del siglo XXI significó un duro golpe para los proyectos neoliberales en la región.
Las nacionalizaciones de empresas estratégicas como las de recursos energéticos, la redistribución de la riqueza y la mayor presencia del Estado en materia social, permitieron el acceso de amplias capas sociales a la educación, a la salud y a la vivienda.
Estas políticas afectaron intereses privados y extranjeros, en su mayoría estadounidenses.
Washington y sus aliados locales necesitaban fortalecer una arquitectura jurídica que permitiera blindar y otorgar privilegios al capital transnacionalizado, que sacara del poder, mediante el uso de la ley, a sus enemigos, y que los inmovilizara políticamente.
Según el Centro Estratégico Latinoamericano…
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