El presidente Lula da Silva reemplazó a las jefaturas de todos los medios masivos de comunicación del Estado que quedaban del régimen de Jair Bolsonaro, a causa de la manera en que cubrieron la acción golpista del 8 de enero en Brasilia. De hecho, mientras medios privados trataron a los bolsonaristas de «vándalos» y «golpistas», los medios públicos les llamaron «manifestantes» y TV Brasil incluso dio cobertura al hjo del exmandatario, el senador Flavio Bolsonaro.

La medida hecha pública el domingo 15 de enero, situó a la comunicadora social Kariane Costa como la nueva responsable de la Empresa Brasileña de Comunicación, EBC, de la cual se desprenden medios estratégicos como la Agencia Brasil, TV Brasil, la emisora Radio Nacional, entre otros.

Asimismo, el actual gobierno temía que el personal puesto por Bolsonaro en el repertorio mediático del Estado pudiera continuar con el relato interpretativo contrario a Lula y hasta que saboteara técnicamente las emisiones provenientes de las nuevas autoridades.