Homenaje a Salvador Allende en Bélgica(+Video)

Estimados compañeros y compañeras,

Al cumplirse 50 años del golpe civil-militar que representó el quiebre de la institucionalidad democrática, el término de la experiencia inédita del gobierno de la Unidad Popular de construir un proyecto de sociedad alternativo al capitalismo mediante la vía electoral y democrática, rendimos un sentido homenaje a nuestro querido compañero Salvador Allende y a todos los compañeros y compañeras caídos durante la larga noche fascista en defensa de un pais con justicia social para todos y todas.

El gobierno de la Unidad Popular duró tan solo 1000 días y al corto andar se emprendieron, como nunca antes en Chile, reformas estructurales audaces y profundas con objeto de palear injusticias sociales de siglos, entre las cuales podemos mencionar: nacionalización del cobre y recursos naturales, estatización de la banca y profundización de la reforma agraria; como también, aumentación del poder adquisitivo y de planes habitacionales para los más desposeídos, el medio litro de leche diario para todos los niños de Chile. Simultáneamente, se emprendía una gran ofensiva cultural y popular a lo largo y ancho de todo Chile: bellas melodías con profundos contenidos que aún resuenan en la memoria colectiva y marcan otros procesos transformadores en el mundo.

Todas esas medidas fueron percibidas como una amenaza para los intereses imperialistas y de la oligarquía chilena quienes muy tempranamente, incluso desde antes que asumiera el gobierno popular, recurrieron a la conspiración y la violencia apuntando a la desestabilización económica y política del gobierno que se debatía entre: “avanzar sin transar” y “avanzar consolidando”. Un choque en la unidad táctica de las fuerzas de la Unidad Popular y que de alguna manera debilitó al gobierno y coadyuvó al advenimiento del fascismo; sin embargo, el factor determinante – y no hay que perderse en aquello –es la intromisión del imperialismo Norteaméricano en nuestros asuntos internos y la vocación antidemocrática de la Derecha y Fuerzas Armadas chilenas

En esta oportunidad también queremos saludar a cada uno de ustedes quienes, con entereza y alturas de miras, han sabido reponerse al sufrimiento y desarraigo que representa el exilio y que han vivido con el corazón y la mente puesta en Chile y con quienes, año tras año, nos hemos venido encontrando en esta conmemoración y otras actividades que apuntan a contribuir al sueño común pendiente. Vaya para cada uno de ustedes nuestro reconocimiento y abrazo fraternal.

Compañeros y compañeras, es evidente que la conmemoración de los 50 años nos pilla mal parados, en un escenario de surgimiento con fuerza de la ultraderecha que además se conjuga con un apoliticismo muy fuerte de la ciudadanía que finalmente, en medio de todo el bombardeo propagandístico e ideológico, termina creyendo toda la desinformación que transmiten los medios de comunicación hegemónicos.

A medio siglo del golpe de Estado, nos encontramos frente a una derecha fascista desatada, afanada en desinformar y mentir para justificar lo injustificable: el quiebre constitucional y democrático en nuestro país mediante el empleo de la fuerza del terror y del horror. Al mismo tiempo que intentan escribir la historia oficial tergiversando los hechos y responsabilizando a aquellos que sufrieron las consecuencias del golpe y no a aquellos que lo ejecutaron. Mientras esto ocurre, los familiares de los detenidos – desaparecidos siguen esperando justicia y enterrar a sus muertos.

Es verdad que estas últimas semanas la Corte Suprema ha emitido una decena de fallos en favor de causas pendientes en materias de violaciones a los derechos humanos como, por ejemplo, en el caso del asesinato de Víctor Jara; sin embargo, ¡como duelen estos fallos tardíos, pues la justicia que tarda 50 años ya no es Justicia! Ahí está también, medio siglo después, el anuncio presidencial del Plan Nacional de Búsqueda. Iniciativa que por cierto se saluda pues por primera vez el Estado se hace responsable de los hechos y no las víctimas para quienes, en la mayoría de los casos, este atisbo de justicia, llega demasiado tarde. Por el futuro de Chile, no nos queda más que desear, que se impulse con decisión y fuerza para concretizarlo.

A 50 años del golpe de Estado, el modelo neoliberal, impuesto a sangre y fuego por la dictadura pinochetista, sigue causando estragos y catástrofes a nivel económico, social y ecológico; ya no solo en Chile, sino que en el planeta entero pues dicho modelo fue exportado desde Chile (utilizado como país laboratorio) al resto del mundo.

A medio siglo del golpe de Estado, nos hubiese gustado tener una nueva Constitución con sentido popular que abrigara las reformas sociales que el país requiere como lo pidió la revuelta popular de octubre del año 19. Sin embargo, el actual proyecto liderado por la ultraderecha nos pone ante la frustrada disyuntiva de elegir entre esta última y aquella que nos impusiera la dictadura. La respuesta, desde nuestra perspectiva, es ninguna de anteriores y manifestarnos organizadamente contra este engendro fraudulento y antidemocrático; pero para eso, nos queda camino por recorrer.

A 50 años del golpe de Estado, nos hubiese gustado refundar carabineros y las FFAA y no tener zonas militarizadas en nuestro país como ocurre hoy en Araucanía. Nos gustaría haber nacionalizado nuestros recursos naturales, no tener TPP11, ni leyes anti-barricadas, ni anti-tomas. Nos gustaría también no tener presos políticos de la revuelta popular del 18 de octubre del 2019, ni presos políticos mapuches, ni de la dictadura y tampoco perseguidos políticos de aquel período.

Nos hubiese gustado también llevar a Piñera a La Haya por la responsabilidad que le incumbe en las violaciones de los derechos humanos acaecidas durante la revuelta popular de octubre del 2019. Sin embargo, hoy se nos presenta como un interlocutor oficial de lo que se denomina “la necesidad de construir consensos civilizatorios transversales” para la conmemoración de los 50 años. No obstante, conviene agregar que este interlocutor, durante su mandato presidencial, indultó a 6 criminales de lesa humanidad. Datos objetivos que compromete la seriedad y consistencia de dicho acuerdo.

Por todo lo que aún está pendiente, aspiramos a que esta actividad traspase el ejercicio de la memoria enfocado solo en la conmemoración y el sufrimiento, sino que también se enfoque en la resistencia y la lucha; a lo cual debemos incorporar la reflexión, mucha reflexión para construir nuevas alternativas de futuro.

A pesar de todos estos pesares, aquí estamos, como dice la letra del tema “la cigarra” dando gracias a la desgracia y a la mano con puñal porque nos mató tan mal y seguimos cantando. En ese sentido, nos reconfortan los cientos de miles de actos que surgen desde todos los rincones de Chile y el mundo diciendo ¡el sueño de Allende vive! y desde esta lejana y modesta trinchera, al terminar este acto conmemorativo, resuenan aún en nuestros oídos las palabras de los cantautores Schwenke y Nilo cuando, en los heroicos años 80, nos invitaban a “inventar la esperanza, a pintar de nuevo este paisaje, a buscar nuevos lentes de contacto, a conseguirnos un nuevo silabario, nuevas carreteras y aeroplanos… ¡Hay que hacerse de nuevo cada día, ¡subiendo de la mano la montaña!

Comité Asamblea Constituyente Chile-Bélgica, Coordinadora Latinoamericana.

Bruselas 10 Septiembre 2023.

Fuente: https://web.facebook.com/colectivorodriguista.belgica

Deja un comentario