Por Julio Yao, Analista Internacional
El Representante Permanente de Siria ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Qusai Al-Dahhak, ha denunciado que “el actual ataque en Alepo coincidió con el flujo de terroristas a través de la frontera norte y la intensificación del apoyo externo a éstos, lo cual incluye equipamiento militar, armas pesadas, vehículos, drones, tecnologías de comunicación modernas y la provisión de líneas de suministro militar y logístico.”
Los ataques terroristas (Frente Al Nusra, Al Qaeda y el ISIS), compuestos por células terroristas extranjeras que vienen de los Uygures del Sinkiang, de China, con 30 mil combatientes, así como de Uzbekistán, Daguestán, Filipinas y otros países, con 45 mil terroristas adicionales, y que utilizan tácticas de guerrillas, evidencian el respaldo proporcionado por países que han atacado a Siria con anterioridad, ocasionando severos daños y enormes sufrimientos a su población.
Miles de familias en Alepo y otras ciudades han debido refugiarse en otras áreas de Siria, ocasionando la mayor crisis de refugiados del mundo.
Diversas potencias combaten a los insurgentes en tanto que otros los apoyan.
El coronel Ahmad Rahal, miembro activo en las filas del Frente Al Nusra, en una entrevista televisiva en el canal Al-Hurra, ha manifestado que se habían reunido hace más de cinco meses con agentes de Estados Unidos, Israel y la Comunidad Europea y que en dicha reunión trazaron el plan para desestabilizar al gobierno de Siria a fin de tomar el país con la ayuda de éstos en financiamiento, armas, comunicación satelital y equipos pesados de última tecnología.
El representante del Frente Al Nusra también admitió que fueron entrenados por asesores de la OTAN, de tal suerte que Siria se ha convertido en un complejo ajedrez geopolítico: Rusia e Irán apoyan al gobierno de Siria, mientras Turquia, Israel y EE.UU. lo combaten.
Rusia sigue concentrada en Ucrania, lo cual retrasa su operación militar especial en Kiev , pero acude en ayuda Damasco.
EE.UU. apoya a los rebeldes sirios y a las Fuerzas Democráticas Sirias que se oponen al presidente Bashar Al-Assad, pero la oposición, tanto la local como la extranjera, está dividida en varias facciones.
El conflicto en Siria se entremezcla con una guerra civil de tal forma que no siempre aparecen claras por dónde van las líneas rojas.
La ciudad de Hama ha caído también, al parecer, en manos de fuerzas terroristas, mientras siguen los combates alrededor de la ciudad de Homs.
Ante la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU y la dificultosa aplicación del Derecho Humanitario, preguntemos, al igual que en Gaza, ¿quién socorrerá al pueblo sirio? Respuesta: No será ningún “Chapulín Colorao”, sino, como ha dicho el Ministro de Defensa de Siria, el General Ali Mahmoud Abbas:
“El Ejército Árabe Sirio seguirá siendo, como siempre lo ha sido durante los años de guerra en Siria, el bastión firme frente a cualquier intento interno o externo de atentar contra la seguridad de la patria.”
Mientras tanto, desde Panamá, gritamos: “Hands off Syria!” ¡Cambio y fuera!
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