¿Cuba terrorista?

Por Mg. José A. Amesty Rivera 

El pasado 14 de enero del año 2025 en curso, el gobierno saliente de EEUU anuncio la decisión de A) excluir a Cuba de la lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo; B) hacer uso de la prerrogativa presidencial para impedir que se pueda tomar acción en tribunales estadounidenses ante demandas judiciales presentadas al amparo del Título III de la ley Helms-Burton; y C) eliminar la lista de entidades cubanas restringidas que designa a un grupo de instituciones con las cuales se prohíbe a ciudadanos e instituciones estadounidenses realizar transacciones financieras, lo que ha tenido efecto en terceros países. 

Recordemos que Cuba formó parte de esta lista desde 1982 hasta 2015, cuando Barack Obama la sacó de ella. Luego, el presidente Donald Trump, en 2021, la incluyó nuevamente, como una de sus últimas medidas de su anterior mandato. Ahora, a pocos días de la finalización del mandato de Joe Biden, la excluye nuevamente. 

Que, por cierto, Biden decidió cumplir la promesa que hiciera al asumir su función como mandatario de los Estados Unidos, y dispuso el retiro de Cuba de la denominada «Lista de Países que patrocinan el Terrorismo». 

Algunos aducen que Trump, ahora, puede volver a incluir a Cuba en la lista; pero necesita una excusa y crear el contexto, la primera vez demoró 4 años y lo impuso en sus últimos días en el gobierno, como ya lo indicamos. 

Precisemos y reflexionemos sobre algunos elementos de la designación-expresión del Departamento de Estado norteamericano al designar a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo

  1. ¿Qué significa patrocinar? Según la Real Academia Española, significa: Apoyar o financiar una actividad. Nos preguntamos, desde la década de 1960, cuando ya a Cuba se le había impuesto el embargo económico comercial, hasta ahora que continúa, ¿cómo una isla pequeña de las Antillas podía, sin recursos económicos, podrá patrocinar alguna actividad de cualquier índole?

A su conveniencia, EEUU desde 1983 ha utilizado la siguiente definición referente al terrorismo, que afirma: «Terrorismo: Violencia premeditada y con motivos políticos perpetrada contra objetivos civiles por grupos subnacionales o agentes clandestinos, generalmente con la intención de influenciar a un público determinado». Que es la que le sirve para sus andanzas. 

Ahora, precisamos que Cuba, sí ha podido con su potencial humano, enviar brigadas médicas y de otra índole, a varios países del mundo, entonces, ha patrocinado el bienestar humano y la solidaridad. 

En este sentido, ha sido más bien antiterrorista y humana. Como señala una expresión coloquial venezolana, ¿Cuba terrorista?, «ponte a creer«. 

  1. Así mismo, esa política cruel e injusta de estar cambiando de cuando en cuando, la designación de terroristas, revela una falta de legitimidad, de argumentos válidos, de ética, de consistencia y razón en su conducta por parte de EEUU contra Cuba. 

Así como un juego macabro y malsano, irrespetuoso y grosero, para cualquier país o nación. 

  1. Por otro lado, el sacar a Cuba de la ignominiosa lista, se trata, de una medida que no merece aplauso ni gratitud de parte de nadie; porque implica una decisión que nunca debió ser adoptada por Estados Unidos y que, si hoy es revocada, eso hay que atribuirlo al rechazo generalizado que se suscita en el escenario mundial.
  1. Por ende, esta medida debió haberse llevado a cabo hace muchos años, «como acto elemental de justicia, sin reclamar nada a cambio y sin fabricar pretextos para justificar la inacción, si es que se deseaba actuar correctamente. Para excluir a Cuba de la lista arbitraria de Estados patrocinadores del terrorismo, debió bastar el reconocimiento de la verdad, la ausencia total de razones para tal designación y el desempeño ejemplar de nuestros países en el enfrentamiento al terrorismo, lo cual han admitido incluso agencias del gobierno de Estados Unidos», como lo señala el escritor peruano Gustavo Espinoza M. 
  1. La inclusión arbitraria de Cuba en la espuria lista no buscaba combatir el terrorismo, sino asfixiar económicamente a la Isla con esa medida adicional, de las tantas que le aplican como parte de la guerra económica. 

Por ello, desde 1960, ya lo señalaba el entonces subsecretario de Estado Lester Mallory al indicar: 

«…El único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento, basado en la insatisfacción y las dificultades económicas… Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba; negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno».

Esta es la verdadera razón para incluir a Cuba en la lista, lo demás es propaganda de la acostumbrada contra países que defienden su derecho a ser independientes de los dictados de Washington. 

  1. Para ir concluyendo estas reflexiones, cierto es que EEUU en su práctica política, utiliza la categorización de terrorista, según su conveniencia, así lo ejemplifica el escritor cubano Arthur González, al señalar, «una prueba de la manipulación que hace Estados Unidos de la clasificación del terrorismo, se puso en evidencia en estos días al levantar de un plumazo el ofrecimiento de 10 millones de dólares por la captura del rebelde sirio Ahmad al-Sharaa, llamado hasta hace poco Abu Mohammad al-Jolani, líder del grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham, o HTS, considerado una peligrosa organización, después que este logró tomar el poder de Siria y derrocar al presidente constitucional Bashar al Asad». 
  1. Finalmente, Cuba debe seguir el camino de aguantar, que no es poco; y es mucho. Debe continuar enfrentando las crisis, que no significa su muerte, ni mucho menos su antesala. La Revolución cubana tiene, todavía, un horizonte estratégico, para avanzar hacia él. Por lo que, hay que terminar de hacer, la Revolución cubana, para ejemplo de otras revoluciones. Ya que, la suerte de la Revolución cubana es, también, la suerte de las luchas de los pueblos de América Latina, el Caribe y el mundo. 

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba

Adopta Estados Unidos medidas en la dirección correcta, pero el bloqueo permanece

El 14 de enero de 2025, el gobierno de Estados Unidos anunció la decisión de: 1) excluir a Cuba de la lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo; 2) hacer uso de la prerrogativa presidencial para impedir que se pueda tomar acción en tribunales estadounidenses ante demandas judiciales presentadas al amparo del Título III de la ley Helms-Burton; y 3) eliminar la lista de entidades cubanas restringidas que designa a un grupo de instituciones con las cuales se prohíbe a ciudadanos e instituciones estadounidenses realizar transacciones financieras, lo que ha tenido efecto en terceros países.

A pesar de su carácter limitado, se trata de una decisión en la dirección correcta y en línea con el sostenido y firme reclamo del gobierno y el pueblo de Cuba, y con el llamado amplio, enfático y reiterado de numerosos gobiernos, en especial de América Latina y el Caribe, de cubanos residentes en el exterior, de organizaciones políticas, religiosas y sociales, y de numerosas figuras políticas de Estados Unidos y de otros países. El gobierno de Cuba agradece a todos por su contribución y sensibilidad.

Esta decisión pone fin a medidas coercitivas específicas que, junto a muchas otras, causan un grave daño a la economía cubana, con un efecto severo sobre la población. Este es y ha sido un tema presente en los intercambios oficiales de Cuba con el gobierno de Estados Unidos.

Es importante señalar que permanecen vigentes el bloqueo económico y buena parte de las decenas de medidas coercitivas que se pusieron en vigor desde 2017 para reforzarlo, con pleno efecto extraterritorial y en violación del Derecho Internacional y de los derechos humanos de todos los cubanos.

Por solo citar unos ejemplos, continúa la persecución ilegal y agresiva contra los suministros de combustible que Cuba tiene legítimo derecho a importar. Se mantiene la cruel y absurda persecución de los acuerdos legítimos de cooperación médica internacional de Cuba con otros países, amenazando así con privar a millones de personas de servicios de salud y limitando las potencialidades del sistema de salud pública cubano. Las transacciones financieras internacionales de Cuba o las de cualquier nacional que estén relacionadas con Cuba permanecen bajo prohibición y represalias. Los buques mercantes que atraquen en Cuba también siguen amenazados.

Por otro lado, todo ciudadano estadounidense, empresa y entidad subsidiaria de una corporación de ese país, tiene prohibido comerciar con Cuba o entidades cubanas, salvo excepciones muy restringidas y reguladas. El acoso, la intimidación y las amenazas contra el nacional de cualquier país que se proponga comerciar con Cuba o invertir en este país, continúa siendo política oficial de Estados Unidos. Cuba sigue siendo un destino que el gobierno estadounidense prohíbe a sus ciudadanos.

La guerra económica permanece y persiste en plantear el obstáculo fundamental al desarrollo y la recuperación de la economía cubana con un alto costo humano para la población, y continúa siendo un estímulo a la emigración.

La decisión anunciada hoy por Estados Unidos corrige, de modo muy restringido, aspectos de una política cruel e injusta. Es una corrección que ocurre ahora, a punto de producirse un cambio de gobierno, cuando debió haberse materializado hace años, como acto elemental de justicia, sin reclamar nada a cambio y sin fabricar pretextos para justificar la inacción, si es que se deseaba actuar correctamente. Para excluir a Cuba de la lista arbitraria de Estados patrocinadores del terrorismo, debió bastar el reconocimiento de la verdad, la ausencia total de razones para tal designación y el desempeño ejemplar de nuestro país en el enfrentamiento al terrorismo, lo cual han admitido incluso agencias del gobierno de Estados Unidos.

Se conoce que el gobierno de ese país podría revertir en el futuro las medidas hoy adoptadas, como ha ocurrido en otras ocasiones y como muestra de la falta de legitimidad, ética, consistencia y razón en su conducta contra Cuba.

Para hacerlo, los políticos estadounidenses no suelen detenerse en encontrar justificación honesta, mientras siga vigente la visión descrita en 1960 por el entonces subsecretario de Estado asistente Lester Mallory, y la meta por él descrita de doblegar a los cubanos por vía del cerco económico, la miseria, el hambre y la desesperación. No se detendrían en justificaciones mientras ese gobierno continúe siendo incapaz de reconocer y aceptar el derecho de Cuba a la libre determinación, y mientras siga dispuesto a asumir el costo político del aislamiento internacional que le provoca su política genocida e ilegal de asfixia económica contra Cuba.

Cuba seguirá enfrentando y denunciando esta política de guerra económica, los programas de injerencia y las operaciones de desinformación y descrédito financiadas cada año con decenas de millones de dólares del presupuesto federal de Estados Unidos. También permanecerá dispuesta a desarrollar una relación de respeto con ese país, basada en el diálogo y la no injerencia en los asuntos internos de uno y otro, a pesar de las diferencias.

La Habana, 14 de enero de 2025

Fuente: https://cubaminrex.cu/es/adopta-estados-unidos-medidas-en-la-direccion-correcta-pero-el-bloqueo-permanece

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