El líder laborista dijo: «Rusia está amenazando nuestro espacio aéreo y marítimo y nos está amenazando cibernéticamente. Tenemos que lidiar con esto y vamos a hacerlo”. La inversión militar es la más importante desde el fin de la Guerra Fría.
Por Marcelo Justo

Con pocos logros en sus 11 meses de gobierno, el primer ministro Keir Starmer anunció sus preparativos para una eventual guerra con Rusia. “Esta revisión presupuestaria de defensa va a mejorar nuestra seguridad, nos harás más fuertes y capaces para la batalla. Rusia está amenazando nuestro espacio aéreo y marítimo y nos está amenazando cibernéticamente. Tenemos que lidiar con esto y vamos a hacerlo”, dijo en tono desafiante el primer ministro laborista.
La revisión presupuestaria de Starmer incluye la construcción de doce nuevos submarinos de ataque de propulsión nuclear con una inversión de 15 mil millones de libras (22 mil millones de dólares), un refuerzo de las defensas aéreas y misilísticas de mil millones de esterlinas y unas 6 mil millones más para fábricas de municiones: la inversión militar más importante desde el fin de la Guerra Fría, Starmer señaló que buscaban una innovación tecnológica con material bélico que incluyese drones, destructores y aeronaves con Inteligencia Artificial.
A este arrebato tecnológico-militar del gobierno laborista hay que sumar su compromiso de aumentar el presupuesto de defensa de 2,3% del PBI a 2,5% durante este período de gobierno y al 3% para 2030, gesto dirigido a Donald Trump que viene exigiendo a todos los miembros de la OTAN, un aumento en su contribución para aliviar la inversión estadounidense en la alianza militar transatlántica. La cumbre de la OTAN el 24 y 25 de junio tiene prácticamente acordado un aumento del gasto en defensa de 50 mil millones de libras.
Eufórico tras el anuncio de Starmer el ministro de defensa John Healey declaró que esta revisión estratégica convertiría a las fuerzas armadas británicas en “diez veces más letales”. El Reino Unido, dijo el ministro, debe estar preparado para un ataque militar ruso. “Estamos en un mundo mucho más peligroso. Estar listo para la guerra significa tener armas de disuasión para evitar guerras y sus terribles costos humanos y económicos, para fortalecernos y asegurar que si entramos en combate seremos los vencedores”, se entusiasmó Healey.
Keynesianismo militar y político
En medio de tanta euforia bélica al estilo anti-ruso de la Guerra Fría, hay un trasfondo económico y otro político. A nivel económico el Reino Unido ha tenido un crecimiento prácticamente nulo desde que los laboristas ganaron las elecciones el pasado 4 de julio y continuaron el programa de ajuste iniciado por los conservadores en 2010, justificando la traición de su promesa electoral por un agujero en las cuentas fiscales de 20 mil millones de libras.
La guerra le ha permitido anunciar inversiones que los mercados no cuestionan – a diferencia del tembloroso debate que generaría si se destinaran a vivienda o salud o educación – y la creación de empleos altamente calificados en astilleros de Escocia e Inglaterra, centros populares urbanos como Glasgow, Devenport, Barrow y Rosyth, donde la ultraderecha del Reform UK de Nigel Farage, que ya está en tren de fagocitarse a los conservadores, quiere disputarle la hegemonía política a Starmer.
La política económica laborista se ha basado hasta ahora en promesas incompatibles: fin de los programas de ajuste conservadores, mayor inversión social y ortodoxa rectitud fiscal. Por el momento, la ensalada le está saliendo avinagrada y le ha dado al Reform UK, ¡a la ultraderecha!, la posibilidad de atacarlo … por izquierda. La semana pasada el partido de Nigel Farage rechazó con ofendido aire Trotskista el recorte a los subsidios energéticos y a las ayudas para las familias con más de dos hijos que implementó y/o planea el gobierno.
La estrategia de Farage está dando resultado. En mayo, el Reform UK obtuvo una resonante victoria en elecciones parciales municipales y hoy lidera las encuestas. El 11 de junio el gobierno tiene que anunciar una revisión del gasto presupuestario que revelará de dónde salen los fondos para la inversión en defensa. La resistencia en el interior del laborismo a posibles recortes de unos cinco mil millones de libras en gasto social, sobre todo en discapacitados, ha puesto a la ministra de finanzas Rachel Reeves contra la pared. Unos 200 diputados del oficialismo se oponen a esta medida: el gobierno quiere evitar una derrota o una victoria ajustada, embarazosa, que muestre las fracturas internas de un partido con mayoría absoluta en el parlamento.
La presión crece diariamente para que Starmer también revierta el ajuste a los subsidios energéticos, las familias con más de dos hijos y «vuelva a ser un ambicioso partido de los trabajadores», según exigió el viernes pasado Andy Burnham, intendente de Manchester y ex ministro de salud. Para estos sectores, la revisión del gasto público debería basarse en un impuesto a la riqueza y la inversión en los deterioradísimos servicios públicos, agenda impulsada por organizaciones como la Tax Justice Network (Red de Justicia Fiscal) y esquivada hasta ahora por el gobierno. Un editorial del «The Guardian» lo resumió con precisión el sábado. «Keir Starmer tiene que hablarle con sus políticas a los votantes, en vez de dirigirse a los mercados financieros, a esos vigilantes del mundo de la deuda en bonos estatales».
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/831050-reino-unido-starmer-escala-la-retorica-contra-rusia
¿Qué hay detrás de la «preparación para la guerra» del Reino Unido?
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, dio a conocer este lunes la Revisión Estratégica de Defensa del Gobierno, que prevé la entrega de hasta 12 submarinos de propulsión nuclear en el marco del acuerdo AUKUS con Australia y EE.UU., armas de largo alcance de fabricación local y la inversión de 15.000 millones de libras esterlinas (20.310 millones de dólares) en el programa de ojivas nucleares británicas.
Fijando «la preparación bélica como objetivo central» de las Fuerzas Armadas, Starmer prometió establecer «una fuerza de combate más integrada, más preparada y más letal que nunca, respaldada por una reserva estratégica más fuerte, plenamente entrenada y lista para movilizarse en cualquier momento».
«¿La seguridad de quién se protege con todo esto?»
La organización británica Stop the War Coalition criticó estos planes y denunció que la «histeria en torno a la seguridad» se genera «para permitirle al Gobierno británico y otras potencias occidentales empujar aún más hacia la guerra«.
«La verdad es que, en lugar de ser una respuesta eficaz ante un mundo más peligroso, el aumento del gasto armamentístico del Reino Unido está acelerando el camino hacia la guerra», advirtió la organización, calificando como «producto de una imaginación exagerada y de halcones» toda la narrativa de que Rusia es una amenaza para Europa.
«Mientras el Gobierno se compromete a aumentar los arsenales de armas a largo plazo, los ayuntamientos de todo el país recortan incluso los servicios esenciales debido a décadas de recortes. Y los recortes van a continuar. ¿La seguridad de quién se protege con todo esto?», preguntó Stop the War Coalition, recordando que en quienes Starmer va a ahorrar al invertir en la militarización del país son los pensionistas que se quedan sin subsidios para pagar la calefacción en invierno y los discapacitados, cuyas ayudas se recortan.
En la misma línea se manifestó el presidente del partido francés Les Patriotes, Florian Philippot, quien advirtió que Starmer «está presionando para que haya una tercera guerra mundial«. «Starmer, gran compinche de otros dos dingos de la guerra —Macron y Merz—, con los que compartió el viaje en tren a Kiev el otro día, está presionando para que haya una tercera guerra mundial. ¡Hay que detenerlos cuanto antes!», escribió en X.
Seguridad a cuenta de los británicos
Natalia Yeriómina, profesora del Departamento de Estudios Europeos de la facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de San Petersburgo, comentó a RT que para implementar los planes anunciados por el primer ministro británico habría que hacer recortes en otras esferas y que en la actualidad es imposible hacerlo por la falta de financiación.
«Por eso van a aumentar el gasto militar desviando dinero de otros ámbitos. En consecuencia, se destinará menos a los subsidios sociales y a los subsidios para los jubilados», explicó.
En opinión de Yeriómina, Londres quiere revertir la situación actual de la escasez de fuerzas y gente «a todos los niveles» en su Ejército. «Además, los británicos buscan mostrar que son los socios más importantes para los países de la Unión Europea desde el punto de vista de las garantías de seguridad», sostuvo.
«No pueden amenazarle a nadie»
Por otro lado, el experto militar Víktor Litovkin recordó en conversación con RT que el Ejército británico en la actualidad no es una fuerza militar de relevancia.
«No pueden amenazarle a nadie. Lo único es que deberían tener una flota más potente, pero tampoco pueden construirla. Tienen un par de portaviones que no pueden alejarse mucho del muelle porque son una chapuza de proyectos».
«Los submarinos británicos llevan misiles estadounidenses. Aunque se dice que las ojivas son británicas, lo cual es muy dudoso. La aviación, tal vez. Pero, de nuevo, no pueden hacer nada sin los estadounidenses«, dijo Litovkin.

«Cuando no hay amenaza real, la inventan»
Según Alexéi Podberiozkin, director del Centro de estudios político-militares del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), todos los argumentos de Starmer sobre la supuesta amenaza rusa no son más que propaganda para justificar el aumento del gasto en defensa. «Esto no es más que una estupidez. Cuando no existe una amenaza real, hay que inventarla. No hay ni ha habido ninguna agresión contra el Reino Unido de parte de Rusia. Pero necesitan agitar a la opinión pública, porque los planes del Gobierno británico de aumentar el gasto militar no despiertan entusiasmo entre la mayoría de los ciudadanos», dijo el politólogo en conversación con RT.
Alexéi Chepa, vicepresidente primero del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, tiene una opinión similar y calificó de histeria los arrebatos antirrusos de Starmer.
«Está claro que el Reino Unido es una potencia nuclear, tiene ciertas armas. Pero la propia composición de las Fuerzas Armadas y de sus fuerzas técnicas son claramente débiles. Y esto es otra histeria para aumentar el gasto en el complejo militar-industrial», resumió el diputado.
Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/552227-reino-unido-preparacion-guerra









