Gaza sufre una de las mayores barbaries de la historia reciente de la humanidad.
“Sorprende la deshumanización y la falta de empatía ante el sufrimiento de los palestinos”, señaló Philippe Lazzarini, Jefe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo-UNRWA.
Por Franklin Ledezma Candanedo, periodista del Corinto Bolivariano, Panamá

El vocero de la UNRWA denunció el nivel de inacción de la comunidad internacional ante la impunidad de Israel, con una hambruna declarada y casi 63.000 muertos en la Franja en menos de dos años.
La hambruna es ya oficial en Gaza, donde más de 313 personas han fallecido por inanición, sumándose a las casi 63.000 que han muerto desde el inicio de la guerra, en octubre de 2023.
Israel, el incumplimiento sistemático del derecho internacional no puede quedar impune. En el 77 aniversario de la Nakba, La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo (*) exigió por enésima vez el alto el fuego permanente, la entrada de la ayuda humanitaria y la investigación de los posibles crímenes de guerra
Hasta la fecha y según datos oficiales, Israel ha asesinado a más de 52.000 personas palestinas en Gaza, más de 1.800 desde que rompió el alto el fuego, mientras que la situación se agrava en Cisjordania y Jerusalén este.
77 años después de la Nakba -la expulsión de cientos de miles de personas de los territorios palestinos tras la formación del Estado de Israel- Gaza sufre una de las mayores barbaries de la historia reciente de la humanidad. Según datos de Naciones Unidas, alrededor del 92% de las viviendas de la Franja han resultado dañadas o destruidas. Se estima que hay 50 millones de toneladas de escombros, bajo los que se encuentran 11.000 personas desaparecidas. “Los retrasos en su retirada y la recuperación de los cadáveres están causando un inmenso sufrimiento psicológico, y un inminente desastre sanitario y medioambiental”, denunció la ONU.
En los últimos días, Israel ha aprobado un plan para ocupar definitivamente los territorios que vaya tomando en Gaza. Ha anunciado también que permitirá la entrada de alimentos, medicación, agua y combustibles a la franja, aunque no será inmediato y, lo que es más preocupante, se realizará en el marco de una total militarización de la ayuda humanitaria. Las agencias de la ONU ya han anunciado que no formarán parte de esta iniciativa por “contravenir los principios humanitarios fundamentales”.
A mediados de marzo, Israel violó el alto el fuego acordado y desde entonces las hostilidades se han multiplicado. No se permite la entrada de asistencia humanitaria, el bloqueo es total y la situación es dantesca. El 91% de la población sufre inseguridad alimentaria extrema. 345.000 personas se encuentran en niveles catastróficos de hambruna; al menos 65.000 niños y niñas están hospitalizados con malnutrición severa. Diversas instancias internacionales han denunciado la utilización del hambre como arma de guerra.
Volker Türk, alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, ha denunciado que “cada uno de estos incidentes debe investigarse a fondo. Dirigir intencionalmente ataques contra civiles que no participan directamente en las hostilidades podría constituir un crimen de guerra”.
El último informe de la relatora de Naciones Unidas para Palestina, llamado “El genocidio como supresión colonial”, Francesca Albanese, denunció que “la violencia que Israel ha desatado contra la población palestina tras el 7 de octubre no se produce en un vacío, sino que forma parte de un proceso a largo plazo, intencionado, sistemático y organizado por el Estado cuyo fin es provocar el desplazamiento forzado y la sustitución del pueblo palestino”.
Albanese señaló que “los Estados miembros deben intervenir ahora para evitar nuevas atrocidades que dejen aún más cicatrices en la historia de la humanidad”.
La violación de la legislación internacional por parte de Israel ha sido denunciada por la Corte Internacional de Justicia en varias ocasiones. En enero de 2024, reconoció la existencia de un “riesgo real e inminente de perjuicio irreparable a los derechos de la población palestina de Gaza con arreglo a la Convención contra el genocidio”.
Posteriormente, en julio del año pasado, la Corte declaró que “la presencia prolongada de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967 era ilegal y tenía por objeto la anexión. La Corte reconoció la violación de normas que prohíben la adquisición de territorio por la fuerza, la segregación racial y el apartheid”. Cabe destacar al respecto, que tanto Israel como la comunidad internacional continúan haciendo oídos sordos a tales advertencias.
295 personas palestinas trabajadoras de Naciones Unidas han sido asesinadas desde octubre de 2023. Además del incumplimiento sistemático e impune del Derecho Internacional Humanitario, a finales de 2024, Israel emitió dos leyes que impiden a la Agencia de la ONU para la población palestina (UNRWA) su actuación en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. En las últimas semanas, la Corte Internacional de Justicia ha celebrado audiencias sobre las continuas y severas restricciones impuestas por Israel a la labor de la ONU y otras organizaciones internacionales en Gaza y los Territorios Palestinos Ocupados.
Advertimos que el salvajismo criminal sionista, con el apoyo de otra bestia (666) diabólica, Donald Trump, ha convertido a “GAZA: EN CEMENTERIO DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO”, Y “LOS HERMANOS PALESTINOS SUFREN UNA DE LAS MAYORES BARBARIES DE LA HISTORIA RECIENTE
DE LA HUMANIDAD”.
Créditos: Natalia Sancha (Diario el País).
(*) La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo nació en 1986 de la mano de Ayuda en Acción, Cáritas, CIC, IEPALA, Intermón, Justicia y Paz, Manos Unidas, Medicus Mundi y Movimiento 0,7%.
Actualmente está formada por 75 ONG de Desarrollo, seis entidades asociadas y 17 coordinadoras autonómicas que, a su vez, integran a más de 600 organizaciones.









