En torno a la guerra en Ucrania, los medios y gobiernos occidentales nos prohíben leer otro libro que el escrito por la OTAN.
Censura absoluta: 1984
Los medios rusos que, durante años, han sido espacio para analistas internacionales críticos (1) (2), han sido prohibidos por EEUU, la Unión Europea (3), Reino Unido (4) y otros aliados. Su señal abierta, sus canales YouTube (5) y todas sus redes sociales. Sin decisión judicial alguna.
Google ha borrado de su buscador sus contenidos anteriores, su hemeroteca (6). Para reescribir la historia, como el Ministerio de la Verdad de la novela “1984”.
Los medios aplican una censura estricta. Dejando –eso sí- algunos espacios testimoniales que justifiquen su falsa pluralidad. Liu Sivaya, politóloga rusa, se enfrentaba a una jauría en el canal español Cuatro (7). Al denunciar los ocho años de bombardeos ucranianos en Donbass, tuvo que escuchar que eran “matices irrelevantes”: “Me parece un…
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