El martes 12 de abril, la ministra del Interior, Iskia Siches, informó que el gobierno chileno destacó 34 camionetas blindadas, mil millones de pesos para drones de vigilancia y la formulación de un nuevo esquema de inteligencia del Estado, para fortalecer la armadura represiva en contra de la lucha y resistencia mapuche en el Wallmapu.

El ahora presidente chileno Gabriel Boric, durante su campaña electoral prometió que su administración ofrecería muchas mesas de diálogo, mucha dignidad y respeto hacia los distintos pueblos indígenas que existen en el territorio. Sin embargo, apenas en un mes de mandato se ha revelado la política continuista y defensora de los intereses de las empresas capitalistas y sus negocios por sobre las comunidades originarias, la naturaleza y el bien común.

Así lo planteó el vocero de la Coordinadora Arauco Malleco, CAM, Héctor Llaitul, y anadió que en el gobierno derechista de Sebastián Piñera había 20 vehículos militares blindados en suelo mapuche, pero con el gobierno de Boric la cifra se duplicó a 40.

Llaitul explicó que actualmente la CAM junto a diversas comunidades y otras agrupaciones hermanas se encuentran construyendo en la práctica las fuerzas sociales mapuche, independientes, para enfrentar el largo camino de la liberación nacional del pueblo mapuche. Al respecto, Héctor Llaitul enfatizó el carácter revolucionario de la lucha que hoy se manifiesta materialmente en procesos de recuperación y control territorial, en particular, en zonas invadidas por la industria forestal extractivista.

Para Llaitul ya finalizó la hora del supuesto diálogo que buscaba Boric, toda vez que el gobierno mantiene las acciones de represión contra la resistencia mapuche y los prisioneros políticos, sin que existan cambios sustantivos en el comportamiento del Estado chileno.