
El exprimer mandatario boliviano, Evo Morales, acusó al representante de la ONU, Diego García-Sayán, de ejercer una presión indebida sobre los tribunales con el fin de que la justicia favoreciera a la golpista Jeanine Áñez, recientemente condenada a purgar 10 años de cárcel por el llamado «caso golpe de Estado II», donde la extremista de derecha fue acusada por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes.
Morales dijo que resultaba paradójico que funcionarios de la ONU intenten beneficiar a personas involucradas directamente con crímenes y transgresiones probadas de los derechos humanos, de igual manera que lo han hecho los medios masivos de comunicación en manos de la extrema derecha.
El expresidente de Bolivia agregó que quienes cometen delitos brutales contra su pueblo ya cuentan con juristas legales para hacer su defensa ante los tribunales, y que no requieren que un relator especial de la ONU intervenga a su favor.
La golpista Jeanine Áñez junto a seis exjefaturas castrenses y de la policía ya fueron judicializados y condenos por los delitos que cometieron entre el 10 y 12 de noviembre del 2019.