De acuerdo a medios de comunicación social de la isla, a causa del impacto de un rayo sobre un tanque petrrolero en la región de Matanzas, son por lo menos 17 los bomberos desaparecidos en faenas de extinción del voraz incendio.

El área donde se produjo la tragedia fue inmediatamente evacuada mientras se realizaron tareas para contener el fuego que amenazó alcanzar otros tanques de combustible.

El amplio despliegue de fuerzas para aplacar el feroz siniestro contempló el uso masivo de vehículos de tierra y aire portadores de agua.

El bombeo de petróleo fue rápidamente detenido, del mismo modo que las labores de recepción y cabotaje en Matanzas. Mientras tanto, los alimentadores del combustible para el sistema eléctrico fueron destacados desde los puertos de Cienfuegos y La Habana, acorde a la dimensión de los buques.

El Jefe de Estado cubano, Miguel Díaz-Canel, se apersonó en Matanzas e informó que llevará tiempo liquidar el incendio, y añadió que tomó vínculo con países amigos experimentados en siniestros petroleros de envergadura para obtener ayuda. Esos pueblos hermanos ya han respondido al llamado de la isla de la solidaridad.