Es fácil: si la democracia si no expresa la voluntad social informada suficientemente, debatida y consensuada desde las bases; si no transparenta su financiamiento y sus procedimientos organizativos; si no consulta abiertamente y crea autocrítica y auditorías permanentes; si no cuenta con revocación de mandato, efectiva, en todos los niveles… se parece mucho al fardo de aparatos controladores que el capitalismo inventó para descarrilar la voluntad emancipadora de los pueblos. Por más votos con que se llenen las urnas electorales es democracia burguesa. La misma que nos tiene hartos, en plena lucha de clases.
Dicen algunos “sentidos comunes” que “los pueblos están hartos de los partidos políticos”, que la gente busca “fórmulas nuevas” y “rostros distintos”, que los pueblos quieren justicia y que las organizaciones políticas no garantizan cambio alguno. Que se desconfía de los partidos por los partidos mismos. Muy pocos agregan que se trata de un hartazgo ante…
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