Son muchos los interrogantes que suscita el golpe frustrado del 8 de enero en Brasilia. Horrorizados nos preguntamos cómo hemos podido llegar a ese nivel de barbarie, hasta el punto de destruir los símbolos del gobierno de una nación: los tres poderes, el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Esto no sucede por casualidad. Es consecuencia de factores histórico-sociales anteriores que se materializaron en la vandalización de los tres palacios.
Filosóficamente podemos decir que la dimensión dedemens(demencia, exceso, ausencia de la justa medida) sofocó la otra dimensión desapiens(de racionalidad, de equilibrio) que siempre la acompaña, pues esta es la condición humana. Ocurre que lodemensprevaleció sobre losapiense inundó la conciencia de numerosos grupos humanos.
Tal hecho muestra el lado perverso de la cordialidad descrita por Sérgio Buarque de Holanda cuando enRaízes do Brasil(1936) habla del brasilero como hombre cordial. La mayoría…
Ver la entrada original 1.108 palabras más