
El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, recordó que este jueves 28 de abril se cumple un mes de la matanza ejecutada por el ejército del Estado en Putumayo, que costó la vida de 11 personas inermes, quienes intentaron ser mostradas como guerrilleros por el régimen de Duque/Uribe. También en la misma fecha se conmemora un año de la revuelta popular que removió los cimientos del país por tres meses y se transformó en el momento de protestas sociales más dilatado, amplio y geográficamente abarcador de los últimos 70 años. El estallido popular reveló masivamente la violencia y terrorismo estatal de las minorías sociales dominantes contra las potencias rebeldes de las clases populares.
El ELN señaló que la rebelión social se expresó mediante cierre de carreteras, protestas en las ciudades más importantes de Colombia, control parcial de territorios en torno a ollas comunes, la implementación de métodos de autodefensa como las denominadas Primeras Líneas, las manifestaciones artísticas antisistémicas, y la planificación de las movilizaciones desde las bases populares de la sociedad.
La insurgencia rojinegra evaluó que la revuelta fue contestada por el orden establecido a través de la violencia policial, militar y paramilitar en las ciudades, la cual cometió asesinatos, amputaciones oculares y genitales, tortura y espionaje en magnitudes desconocidas. Se trató de casi 90 personas ultimadas por la represión estatal, cientos de personas desaparecidas y otras centenares de procesamientos judiciales arbitrarios.
Para el ELN, la acumulación de conciencia y malestar social continuará manifestándose de múltiples maneras, cultivando en su andar las semillas de los cambios venideros.