Esta semana se cumple un año de la derrota por el pueblo cubano de un intento de golpe blando preparado desde tiempo antes por el gobierno de Estados Unidos(EU). El apoyo popular a la revolución y su gobierno fue el único factor que el enemigo imperialista subestimó en la planificación del zarpazo, pues, como veremos, la coyuntura no podía ser más propicia para su desencadenamiento. El plan fue concebido por el gobierno de Donald Trump, como parte de un recrudecimiento extraordinario de la hostilidad contra la isla y aplicado por el de su sucesor Joseph Biden. Cuba ha estado sometida durante décadas a un repertorio de herramientas subversivas que incluyen bandas armadas, una intervención militar organizada por el Pentágono y la CIA(Playa Girón, 1961), los aprestos para una intervención militar estadunidense directa(1962) una feroz campaña de terrorismo de Estado que duró hasta los noventas, la guerra bacteriológica y, desde hace…
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