El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, recordó que el 20 de julio 1810 se proclamó la independencia de España y que en la actualidad el combate popular se concentra en la independencia respecto del imperialismo estadounidense.

Asimismo, el ELN expresó que con el Gobierno del Pacto Histórico confían en que se despliegue la oportunidad de dar pasos ciertos hacia la paz con justicia social, pese a las enormes incertidumbres que comportan los impedimentos que pone y pondrá la minoría social oligárquica tanto local como la del Pentágono norteamericano. Así lo hizo el imperio corporativo de Estados Unidos cuando destruyó la aplicación de los acuerdos de Paz firmados en La Habana con las FARC mediante su oposisición a sustituir voluntariamente las plantaciones de coca y, en cambio, erradicar los cultivos con el mortal Glifosato, junto al hostigamiento criminal contra los propios líderes firmantes de esa guerrilla, que acabó con su exclusión de la mesa de negociaciones con el Estado colombiano.

La insurgencia rojinegra, en el contexto de una nueva conmemoración de la primera independencia del país, repasó la indigna historia de los grupos sociales dominantes de Colombia respecto de los intereses del imperialismo estadounidense, basada en la subordinación y el mantenimiento de una guerra infinita contra el bienestar y progreso de las grandes mayorías nacionales, y contra las fuerzas disidentes que encarnan esa promesa de una mejor vida en todos los ámbitos.

El ELN indicó que, en el contexto de un importante debate nacional que considera la Doctrina de Seguridad impuesta por EEUU tras la segunda guerra mundial contra los opositores de los intereses oligárquicos, la fallida guerra contra las drogas, el saqueo de los recursos nacionales obligado por el Fondo Monetario Internacional, FMI, entre otros ámbitos; una delegación estadounidense está de visita en Colombia. ¿Su objetivo? Informar lo que pretende Washington del Gobierno Petro/Márquez, sobre todo en los campos antes enumerados.

El ELN aguarda con pupila insomne la posición de la Casa Blanca sobre el debate en curso.