El subjefe de la cartera de Planificación, David Guachalla, señaló que, en virtud de la política económica sintetizada en un sistema económico social, comunitario y productivo, el país andino puede ofrecer los niveles de inflación más bajos de la región, en medio de un contexto de crisis multidimensional de carácter mundial y continental.

David Guachalla señaló que el fenómeno inflacionario apenas alcanzó el 1,8  acumulado en lo que va del 2022 en el país, cuando las estimaciones que existen para América Latina hacia fines del año en curso rondan el 12 por ciento.

Las causas de la baja tasa de la inflación en Bolivia se encuentran en la significativa regulación estatal de la economía mediante el apoyo estratégico a la producción estratégica de energías y alimentos; las nacionalizaciones de los hidrocarburos y la minería, que en conjunto privilegian el mercado interno antes que la exportación; el cambio fijo del dólar vigente desde 2011; y la redistribución social del excedente a través de inversión productiva y social, o sea, generadora de nuevo valor. La suma de lo anterior permite al país andino beneficiar a las grandes mayorías trabajadoras y populares.

De esta manera, los índices macro y micro enconómicos presentan a un país sano y sólido financieramente, capaz de enfrentar de manera adecuada los principales efectos de la crisis mundial, precisamente en los precios de las energías y alimentos.

Asimismo, Guachalla informó que Bolivia también rankeará la baja de la pobreza, notificando menos de un 1 por ciento, de acuerdo a entidades evaluadoras internacionales.