“Hemos pasado de las pintadas nazis a las marcas de Twitter”, sintetizabasimbólicamente el analista español Carlos González Penalva la decisión de ladirectiva de la red social de microblogging de distinguir como Medios Afiliadosal Gobierno a un grupo de medios públicos cubanos, entre ellos Cubadebate.
Más allá de lo peyorativo del hecho, lo inaudito es el campo de concentración mediático o el apartheid comunicacional que se impone a los medios marcados
por Twitter, a los que se les cercena las audiencias y se le limita deliberadamente el alcance de sus mensajes.
No es algo nuevo en el proceder contra Cuba de este medio social digital y elemporio tecnológico que lo maneja.Es parte de una estrategia más profunda de intervencionismo, subversión y apuesta por un «cambio de régimen».
As Usual

Twitter ha aplicado en los últimos años sospechosos bloqueos a medioscubanos en momentos de contingencia informativa.También contra instituciones…
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