
Este martes 8 de noviembre, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, realizó un completo reporte de su segundo año de administración ante el poder legislativo y el país, tras haber obtenido democrática y constitucionalmente su cargo con más de un 55 por ciento de los votos y, de acuerdo a las encuestas, manteniendo una aprobación que supera el 50 por ciento de las personas consultadas hace menos de una semana. Las vigas maestras de su informe estuvieron en las tareas emanadas del restablecimiento de la democracia, el combate contra la pandemia de Covid-19 y los buenos indicadores sociales y económicos.
Así, Arce informó que en los dos últimos años la balanza de pagos comercial arrojó un superávit, esto es, una relación positiva para Bolivia entre exportaciones e importaciones un 32,6 por ciento superior al mismo periodo del año pasado, y donde los bienes industriales significaron más de un 50 por ciento del total de las exportaciones; además de una controlada inflación (1,76 por ciento, la menor de América Latina y una de las más bajas del planeta), y una permanente inversión pública en ámbitos del área productiva, industrial y de infraestructura.
El Presidente Arce indicó que los buenos resultados están ligados a la iniciativa de potenciar el sector productivo o economía real, cuya inversión constante permite la contratación de fuerza de trabajo que, a su vez, provoca una mayor demanda interna. Todo lo anterior, pese a un clima mundial crítico e incierto, lo cual ha causado el asombro y la admiración de diversas entidades especializadas a nivel global.
A mediados del 2022, el país verificó un aumento del PIB del 4,1 por ciento, correspondiendo un 2,3 por ciento de ese total a la inyección dinamizadora de recursos públicos para bien del conjunto de la sociedad. Las áreas que más aportaron a ese guarismo fueron la productiva, comercial y manufacturera.
De igual forma, la recaudación impositiva subió casi un 30 por ciento respecto de igual periodo del 2021, lo que muestra una economía en sano crecimiento y con políticas tributarias que terminan por retornar a la sociedad en forma de inversiones en sectores públicos y carteras sociales.
En relación a la deuda pública externa, Arce comunicó que, a la fecha, representa menos del 28 por ciento del PIB, 4,4 puntos menos que el 2021 y 7 puntos menos que la originada durante el año de la dictadura de Áñez el 2020.
En términos de la contingencia política, el Presidente Luis Arce, planteó que su administración no permitirá un nuevo golpe de Estado ni que se regalen los bienes comunes de toda la población, debido a que, probadamente, su gobierno se sostiene mediante el poder de las fuerzas sociales más organizadas y mayoritarias de Bolivia.