
El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, manifestó que, si bien la crisis social y económica en curso tiene raíces internacionales, internamente los grandes grupos capitalistas, nativos y foráneos, a través de la historia han construido un patrón económico basado en las importaciones, la destrucción de la industria destacada para el consumo interno, y ha hecho caer el precio de los salarios y su poder adquisitivo con objetivos lucrativos.
De hecho, señaló el ELN, el régimen de Duque vació las arcas fiscales para beneficio del capital y colaboró con la explosión inflacionaria que ha causado enormes dolores sociales a las clases trabajadoras y populares. Asimismo, Duque no dispuso de una sola política favorable al empleo, de manera que la desocupación, a septiembre de 2022, llegó casi al 11 por ciento, mientras que la población empleada en cerca de un 60 por ciento tiene trabajo informal, o sea, sus ingresos no alcanzan el salario mínimo.
La insurgencia rojinegra explicó que, de acuerdo a las cifras, aproximadamente 12 millones de personas se emplean en las peores labores existentes, toda vez que la informalidad del trabajo es sinónimo de ausencia de derechos elementales como salud, educación, vivienda; intensifica las desigualdades en todos los ámbitos., y precariza la vida de modo estructural, considerando que los ingresos de un trabajador informal es menor que el salario mínimo, en tanto el costo básico para sobrevivir es igual a tres veces más ese monto.
El ELN dijo que las formas de la crisis económica en Colombia se han expresado mediante una inflación destructiva del salario y el aumento de la cesantía, y agregó que semejante drama que padecen las mayorías sociales no se corrige con medidas asistencialistas, sino que es preciso generar las condiciones productivas que promuevan el trabajo digno y formal y el empleo con derechos.
Al respecto, la formación política y militar revolucionaria planteó que para enfrentar con éxito la actual crisis, es perentorio que el Estado invierta en diversas áreas industriales que produzcan el suficiente valor y excedente social como para multiplicar el trabajo formal y bien pagado, y que, como esos cambios chocan con los intereses del desenvolvimiento capitalista predominante en Colombia, pues son las fuerzas sociales y populares quienes deben protagonizar esas luchas.