Hemos vivido los últimos casi 4 años bajo un gobierno que no amaba al pueblo y que consideraba el país como una especie de capitanía hereditaria familiar. Pero ahora, según un famoso cántico de Camões enOs Lusíadas, el nuevo tiempo “trae serena claridad, esperanza de puerto y salvamento”. Por eso cabe esperar y soñar. He aquí algunos puntos de nuestra positividad.
1. El pueblo brasilero se habituó a “enfrentar a vida” y a conseguir todo “en la lucha y en la amarra”, es decir, superando dificultades y con mucho trabajo. ¿Por qué no iba a “enfrentar” también el último desafío de hacer los cambios necesarios para crear relaciones más igualitarias y acabar con la exclusión y la corrupción, refundando la nación?
2. El pueblo brasilero aún no ha acabado de nacer. Lo que heredamos fue la Empresa Brasil, con una élite esclavista y una masa de destituidos. Pero…
Ver la entrada original 912 palabras más