
El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, calificó como una oportunidad para los cambios estructurales que requieren las mayorías sociales y populares, la reinstalación de la Mesa de Conversaciones con el actual Gobierno el pasado 21 de noviembre de 2022, y añadió que, en igual sentido, deben concretarse las demandas del pueblo que protagonizó las movilizaciones que estremecieron al país el 2021.
El ELN planteó que no resultará una misión sencilla poder materializar las aspiraciones populares de una justicia social profundamente democrática y en paz, considerando el sabotaje histórico a dichos principios efectuado por las minoritarias clases privilegiadas, toda vez que sus prebendas son resultado de la explotación de las y los trabajadores, y el saqueo de los bienes comunes.
Asimismo, la insurgencia rojinegra advirtió que otro obstáculo para las transformaciones sociales es la subordinación de las clases dominantes respecto de los intereses de Estado corporativo de Estados Unidos, el cual basa su poder en el atropello permanente y sistemático sobre los pueblos colombiano, latinoamericano y de buena parte del planeta.
La organización revolucionaria camilista expresó que resulta preciso que la Mesa de Diálogos tenga clara las causas que dieron pie al levantamiento político y militar rebelde. De no ser así, continuarán reiterándose los motivos originales de los graves problemas políticos, sociales, económicos, culturales que azotan al país, y cuyos efectos más dramáticos se manifiestan en las masacres contra los liderazgos populares, la prisión política, el desplazamiento obligado de comunidades, el saqueo de pueblos campesinos, indígenas y afrodescendientes; en el hambre pura y dura, la cesantía, y la inexistencia de derechos sociales ligados a la salud, la educación, la vivienda, entre otros.
El ELN indicó que, por lo anterior, es indispensable que el conjunto de la sociedad colombiana se haga parte del debate para para crear las condiciones de una nueva sociedad.