
La Dirección Nacional del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, denunció al régimen uribista de Iván Duque de que pese a la tregua por las elecciones presidenciales decretada por la insurgencia, resolvió emprender una ofensiva sobre las unidades guerrilleras en el sur de Bolívar.
La organización revolucionaria cesó sus actividades militares entre las 00:00 horas del 25 de mayo hasta las 24 horas del 3 de junio. Sin embargo, las Fuerzas Armadas y policiales del Estado ejecutaron acciones castrenses desde el primero de junio contra la unidad de combate en la que estaba el Comandante Gustavo, «Pirry». Tras días de enfrentamientos, el 3 de junio los guerrilleros rojinegros se quedaron sin munición, por lo cual el Comandante Gustavo, junto a un combatiente de seguridad, optó por activar una granada, inmolándose ante los enemigos del pueblo.
El ELN informó que, al no encontrar el cuerpo del guerrillero, las fuerzas militares desesperaron de tal modo que descargaron su armamento irracionalmente, exhibiendo su impotencia al no dar con Gustavo, su «trofeo».
La insurgencia de Camilo Torres detuvo sus operaciones para que, mediante las elecciones, la paz con justicia social tenga su oportunidad con el gobierno nuevo que resulte elegido. No obstante, es habitual que los regímenes de la oligarquía intenten obtener ventajas arteras de las treguas insurgentes.
Finalmente, el ELN expresó que la caída del Comandante Gustavo lo ha vuelto eterno en la lucha por la emancipación de Colombia y del género humano.