En el país del modo de producción capitalista los problemas se resuelven en un modo de producción no mercantil

Un nuevo modo de producción; donde los medios de producir sean social y la producción y su riqueza sean social.

Tener un horizonte estratégico es fundamental para aquellos que se dicen custodios de los cambios. Sin embargo han pasado décadas y los luchadores por la libertad y la equidad de los pueblos sometidos al capital, parecen mirar un confín que se oculta tras una niebla que no les permite ver con claridad la necesidad de «cambiar para verdaderamente cambiar lo que hay que cambiar……esta realidad tan charcha».

Cambiar todo lo conocido por lo que se desconoce a algunos convoca, pero a otros les incomoda o descoloca, ya que significa revisar todo lo hecho hasta ahora y a la vez, darse cuenta que a la hora de hacer un balance no se obtuvieron los resultados esperados. Prueba de ello son los fracasados socialismos reales, los cuales han terminado por abrazar y perfeccionar el modo de producción mercantil: China, Rusia, Vietnam etc. etc. Es este hecho concreto el que se desconoce, ver que los territorios nación (micro) sucumben a los lineamientos de algo mayor (macro), nos referimos a un multiimperialismo y una transnacionalizacion que atraviesa todas las economías en el actual desarrollo y perfección de las fuerzas productivas del capital (modo de producción mercantil). Es aquí donde se debe hacer atención, puesto que el trabajador sometido, solo podrá liberarse en otro modo de producción, No mercantil, No capitalista.

Hablar de cambiar un modo de producción por otro es quizás algo inconcebible para los depositarios de la revolución, ya que esto implicaría profundizar en aspectos Marxistas, que estos luchadores no quieren dejar de ver como un dogma casi fundamentalista, imposible de revisar y reformular, pues todo aquel que ose hacerlo cae en sus juicios inquisidores, cual blasfemo de la palabra sagrada, esa que responde a todo «porque sí». «Porque así lo dicen las escrituras «, transformándose en verdaderas sectas que llevan en sus entrañas las cadenas de un reformismo revolucionario enajenante, tan dañino para el pueblo como el reformismo revisionista de los Estados de bienestar y que no dan la oportunidad a que entre en el análisis y la reflexión otros argumentos considerados por estos como antisistémicos o anti Marxistas Leninistas, anulando las ideas que anhelan crear una sociedad, que libere a los sometidos al sistema, por medio del desarrollo de un nuevo modo de producción comunitario y verdaderamente comunista, que permita sacar a los individuos de la enajenación que provoca la lucha sin direccionalidad estratégica y el desenvolverse en relaciones de producción mercantil, de las cuales no escapan ni las famosas revoluciónes triunfantes ni aquellas que se muestran en «proceso de combate» en América latina y el Caribe.

Las democracias representativas administran el modo de producción capitalista, responsable de la inequidad y el sometimiento de la sociedad.

Si consideramos lo anterior y quisiéramos hacer análisis coyunturales de la actual situación política, económica y social de chile, se debería empezar a tener en cuenta una nueva mirada, con un objetivo claro que es cambiar el modo de producción capitalista por otro donde los medios de producción sean social y la producción sea social. Pero como esto en el actual modelo de mercado que se aplica en chile no lo veremos como propuesta de la elite seudo Izquierdista en el poder, seguiremos viendo al presidente Gabriel Boric poner agendas de trabajo como las señaladas hace unas semanas atrás donde el eje central es el presupuesto del año 2023: Seguridad pública, seguridad social, crecimiento económico y reforma tributaria, medidas a efectuar dentro del acuario de mercado donde todos nadamos como pececitos a merced de tiburones, muy lejos de querer realizar praxis y análisis con la direccionalidad de alcanzar un nuevo modo de producción comunitario, muy distinto del actual modo de producción capitalista. Sin embargo, esto no hace a Boric y compañía más cómplices que la camarilla de seudo revolucionarios reformistas, que enajenan a los luchadores tanto como los denominados «whiskyIzquierda», que no son más que un reflejo de lo que denominan hoy la «Ñuñoización» de la lucha, sector que por lo demás demostró estar muy lejos de aquellos individuos que quieren vivir y quizás seguir nadando dentro del acuario capitalista y patriarcal.

Cuando un mandatario señala: » Sabemos que para poder construir un país más justo tenemos que dinamizar también el crecimiento y el desarrollo»; se desprende de estas palabras el compromiso que existe con el gran capital dejando entrever la ambigüedad del progresismo y su falta de proyecto, incluso dentro del modo de producción capitalista. Realizar una propuesta que salga de los márgenes del acuario le significaría las penurias del infierno de por vida y Gabriel Boric quiere ser un niño obediente al gran capital que supuestamente «nos da de comer «, pero que nos mantiene en el sometimiento de las deudas, el consumo y el deterioro progresivo del planeta y las relaciones sociales.

Esto no se trata de luchas sectoriales con grandes pancartas peticionistas llenas de demandas a quienes nos someten a su modelo. El objetivo estratégico de estos núcleos de poder mundial y local en lo económico y político, es mantener el actual modo de producción mercantil, donde la mayoría de las sociedades y el planeta con todos sus ecosistemas son sometidos al escarmiento del mercado que solo trae destrucción y muerte.

Si realmente queremos salvar la vida y que la producción de la riqueza sea verdaderamente de apropiación social; sólo se espera que en lo coyuntural se inicien o se integren al proceso de análisis y reflexion, ideas y conceptos en el cual el materialismo dialéctico e histórico vayan a la par con el desarrollo de un nuevo modo de producción no mercantil, sino más bien comunitario; donde los medios de producción sean social y la producción sea social y así poder alcanzar ese objetivo estratégico tan anhelado como es una sociedad sin clases y desigualdades, una sociedad verdaderamente comunista, lejos de las lógicas de mercado.

Si se continúa con la idea de alcanzar el poder sin objetivos claros y sin una direccionalidad estrategica clara, todo lo que se haga será continuidad y re/evolucion para seguir nadando dentro de un acuario capitalista donde el objetivo es ganancias para unos pocos, consumir por consumir, controlar la sociedad hasta que definitivamente se destruya el planeta y sus habitantes en totalidad.

Considerando lo anterior, o se comienza a integrar y considerar la idea de un nuevo modo de producción de lo común, comunitario, paralelo al modo de producción mercantil-capitalista o la humanidad y sus especies naturales estarán perdidas para siempre.

Columna: David Santiago Farías Delva

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