
El Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, planteó que resulta contradictorio con los intereses de la soberanía del país y el cuidado del medio ambiente insistir en la edificación de una base militar en la Isla de Gorgona con la asistencia directa de Estado corporativo estadounidense.
El ELN recordó que la creación de la base militar ligada a Estados Unidos se estableció formalmente bajo el gobierno de Juan Manuel Santos. Posteriormente, Iván Duque ratificó la construcción, y la actual administración se encontró con una herencia de hecho.
En la misma línea, la insurgencia rojinegra indicó que el presente gobierno cuenta con la potestad para liquidar un proyecto que responde nítidamente a los intereses geopolíticos y estratégicos de Washington para la región, y que no tiene nada que ver con el desarrollo y soberanía del pueblo colombiano ni con fines ecológicos.
De hecho, la autorización ambiental de la base estadounidense, expresó el ELN, se le brindó a las obras de forma irregular, condición jurídica necesaria para que la cartera de Defensa comenzara la concreción del proyecto pagado por la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia de EEUU. En este sentido, son varias las agrupaciones colombianas que ven en la edificación estadounidense una sustituta de la vieja base del Pentágono en Manta, Ecuador, en momentos en que el ex presidente Correa la suspendió.
La organización revolucionaria evocó también, que el actual embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, en tiempos en que fue ministro de Ambiente, apoyó a brazo partido la entrega de la licencia ambiental para que se hiciera la base.
Finalmente, el ELN manifestó que la administración presente del Estado debiera conducirse de manera coherente con las promesas de campaña que realizó respecto de la soberanía nacional y el cuidado de la biodiversidad.